POLÍTICA / CRISIS EN LA INDUSTRIA
La grave situación que atraviesa el sector del calzado llevó a las autoridades de la federación que representa al rubro a entregar al Gobierno un plan de reactivación, al verse afectados por "la caída del consumo, la apertura de importaciones y la eliminación de puestos de trabajo".
La iniciativa presentada al Estado (que no obtuvo respuestas por el momento) incluye medidas para mejorar la competitividad -como incorporar mayor valor agregado a los productos-, especialización productiva, inserción internacional, fortalecimiento de la cadena de valor y mejores prácticas productivas.
El presidente de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC), Alberto Sellaro, en diálogo con el diario platense 'Hoy', habló de empresas que han quedado "jaqueadas" ante la baja en las ventas.
El año pasado, la caída de la producción fue del 11,2% respecto a 2015.
Como contrapartida, aumentaron las importaciones: ingresaron 27,3 millones de pares, lo que representa un crecimiento del 22% con relación al período anterior. Para completar el combo, las ventas se contrajeron el año pasado un 25%.
En tanto, en los dos primeros meses de este año, la cantidad importada superó el 62% respecto al mismo período de 2016, con un fuerte aumento de las compras a Indonesia (83%), Brasil (82%) y China (73%).
La Cámara del Calzado denunció que se perdieron 4.000 puestos de trabajo e informó que el uso de la capacidad instalada es del 63%. "Bajaron los pedidos a nivel nacional por parte de los comerciantes y hay que manejarse con una más baja recaudación y una menor rentabilidad. En tanto, aumentaron el esfuerzo y los gastos.
Las empresas están jaqueadas", aseguró Sellaro.
"Hay que decirle al Gobierno que este sector convive con otros subsectores: los químicos, los gráficos, el de los plásticos, el metalúrgico, proveedores textiles, proveedores curtidores. Se trata de un bloque que genera mucho trabajo en la cadena.
Son 85.000 puestos laborales", resaltó el dirigente del rubro.
La Industria de Manufacturas del Cuero y Afines de la República Argentina (CIMA) señaló la semana pasada que la expansión de la actividad importadora, que crece desde 2016, y la caída del consumo provocaron el cierre de 39 empresas del rubro y la destrucción de unos 1.000 empleos.
Desde el sector calificaron "como alarmante" la situación ante el brutal incremento en las importaciones de las principales manufacturas del cuero. El ingreso de productos desde el exterior registró un aumento interanual del 71% en el primer bimestre.
El presidente de CIMA, Ariel Aguilar, relató a este medio que durante todo 2016 "fuimos plantean¬do al Gobierno todos los problemas" que registraba el sector. Sin embargo, lejos de recibir ayuda, "a principios de este año, el ministro Nicolás Dujovne, cuando asumió, dijo que para bajar los precios iba a abrir aun más las importaciones".
Aguilar señaló que "las pymes son las que mayor esfuerzo han hecho para mantener las fuentes de trabajo, porque cuesta mucho formar al personal y hay una relación directa con el empleado. Además uno siempre tiene optimismo con respecto a que la actividad repunte".
No obstante, advirtió que "todas las medidas que vemos apuntan a bajar el consumo, no a incentivarlo".
El titular de CIMA agregó: "Esto es una señal alarmante para un país que es productor de cueros y en donde los productos extranjeros no deberían ni poder competir, porque esos países tienen que importar la materia prima. Se está destruyendo una de nuestras industrias emblemáticas".
"Acá hay políticas económicas que deben cambiarse. Si este combo nefasto no se revierte, vamos a quedar sumamente complicados, volviendo a 2001", sentenció.
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