Es muy difícil dialogar e intentar resolver un conflicto cuando una de las partes sustenta sus fundamentos en sofismas.
Un dirigente gremial de los gremios docentes de la provincia de Buenos Aires dijo en un programa de TN que en 2016 el presupuesto de la provincia fue de Trescientos treinta mil millones y el de educación el 27% y que para este año, allí ataca a toda la dirigencia política, el presupuesto se elevó a quinientos cincuenta mil millones y se redujo el destinado a educación al 23%, por lo que pide la del 4% la restitución de ese supuesto “faltante”.
La provincia de Buenos Aires, tiene deudas sociales con ese sector que integra el 32.9% de pobres y el 6% de indigentes, a esa gente hay que darle agua, cloacas, mejor atención médica y parte de esa población es la que sufre las consecuencias de las inundaciones.
Todas estas precariedades son causa de muertes y enfermedades y precisamente los más dañados son los niños.
Pues bien el presupuesto se aumentó a la suma indicada precisamente para iniciar todas esas obras que 28 años de gobiernos peronistas no se hicieron o se hicieron a medias, que es peor, porque eso es dinero mal gastado, pese a que los fondos habían sido presupuestados.
Si comparamos el presupuesto de educación de 2016 con el de 2017 se incremento en poco más del 50%. Es fácil es una cuenta que sabrían hacer chicos de segundo grado.
Además piden $20.000 millones que se saquen de otras partidas para incrementar los salarios docentes en un 35%, es decir piden que no se hagan cloacas, que siga limitado el servicio de agua corriente, que la gente se mate en las intransitables rutas de la provincia.
¿Señores docentes, son conscientes que quienes los representan?
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