OPINIÓN / ELECCIONES 2017
ROSARIO. El mensaje de la intendenta Mónica Fein en la apertura de sesiones del Concejo Municipal no trajo ninguna sorpresa en materia de anuncios de gestión: el 92% del presupuesto comprometido en gasto corriente (sueldos, contratos, servicios públicos y servicios de la deuda) no permiten ningún proyecto de obra pública o de mejoramiento de prestaciones con fondos propios, y todo depende
* de la buena voluntad de la Nación (cinco programas de hábitat en marcha o presupuestados, planes de vivienda en ejecución, la refacción del Monumento y la finalización de la Circunvalación, primer dispositivo de atención pública de adicciones financiado por SEDRONAR),
* de la provincia (Plan ABRE y obras en accesos) o
* el nuevo pedido de endeudamiento al Concejo, esta vez solo destinado a obras y no para cancelar la deuda a corto plazo que genera alto interés y que ha sido generada por la mala administración del socialismo.
Entramos al año electoral y se vuelve a anunciar que este año se pone en marcha el nuevo sistema de transporte, que Mónica Fein dijo en 2013 que en 2015 iba a estar en funcionamiento y, con suerte, lo vamos a tener en período de prueba en 2018: todo en Rosario funciona con delay, se siguen planteando ciudades imaginarias en los planes estratégicos pero en los barrios la demanda de obras, servicios básicos y seguridad es infinita en cada una de las visitas y recorridas.
En este panorama de fin de ciclo (toda vez que destacamos lo bueno que se hizo, con obra pública básica de 1989 a 1995 y la descentralización y el sistema de salud municipal entre 1995 y 2003) abre la necesidad de articular una alternativa con proyectos y solidez política para ser la alternancia en 2019, con una elección clave intermedia como será la de 2017, donde más que candidatos definitivos se tienen que empezar a delinear los ejes de poder sobre las que se construirán las variantes para suceder al socialismo.
Respetando los tiempos internos y de debate de la UCR (con la particularidad de que en Santa Fe hay una tensión entre quienes están más cerca de Cambiemos, la mayoría, y quienes se sienten más cómodos con los socialistas),
Cambiemos debe avanzar sumando a sectores independientes, a los sectores del peronismo descontentos con los K (que ya estuvimos desde 2011 y determina a esta provincia y a esta ciudad con una fortaleza que nos llevó a estar a un paso de ganar la ciudad y la provincia en 2015), a la Coalición Cívica, a FE y a todos los que nos piden que articulemos una opción para Rosario.
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