(DP) - Hay otro desafío grande en la vida de Boca. Un reto de mucho peso, que podría cambiarle abruptamente el estado de ánimo luego de la consagración como campeón local, o que podría extender la alegría y sostener una enorme ilusión.
Bajo presión, por la última fecha del Grupo H de la Copa Libertadores, el flamante rey de la Superliga argentina recibirá este miércoles a Alianza Lima (desde las 21.45) con la esperanza de que su resultado y el del choque que a la misma hora protagonizarán Palmeiras y Junior se combinen y aseguren la clasificación xeneize hacia los octavos de final.
En la puja con Junior por el segundo puesto, el Xeneize corre desde atrás -tiene una unidad menos que los colombianos- y está obligado a sumar, ya que una derrota lo dejaría automáticamente fuera de la Libertadores y, como tercero de su zona, lo mandaría a la segunda fase de la Copa Sudamericana.
Sin embargo, más allá de lo que consiga ante el eliminado conjunto peruano, será imprescindible recibir ayuda de Palmeiras, que ya está clasificado y es dueño seguro del primer lugar en el grupo.
En resumen, para meterse en la próxima ronda Boca precisará obtener una mejor cosecha que el conjunto de Barranquilla en la jornada de cierre: si vence a Alianza Lima, deberá esperar que Junior no gane en Brasil; y si empata, necesitará que Junior caiga ante Palmeiras, pues de esa manera igualarían en puntos (7 para cada uno) y pesaría el mejor saldo de goles del equipo argentino.
Las alternativas están sobre la mesa y le provocan una inocultable inquietud a Boca, sobre todo porque no dependerá exclusivamente de sí mismo. Sin embargo, primero habrá que poner la cabeza en el compromiso propio y resolverlo con autoridad, a través de dos argumentos claves en encuentros de esta clase: paciencia y eficacia.
Y en caso de que en la Bombonera las cosas salgan como desean Guillermo Barros Schelotto y compañía, el festejo del pueblo boquense sólo se desplegará si desde San Pablo llegan noticias alentadoras, que mantengan el gran objetivo en la agenda azul y oro.
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