AGENCIA / POLÍTICA
La dirigencia del sindicato liderado por Sergio Palazzo se reunió en el Ministerio de Trabajo con los representantes de los banca extranjera (ABA), pública y privada (ABAPPRA), especializada (ABE) y la privada de capital argentino (ADEBA), para dar inicio formalmente a la discusión salarial, que incluyó reclamos por la inflación y la falta de generación de nuevo empleo.
"Los bancarios pidieron un aumento del 38% y realizaron otra serie de pedidos para compensar Ganancias, pero el porcentaje es muy difícil de aceptar y del impuesto no podemos hacernos cargo", reveló el abogado Julián de Diego, en diálogo con el sitio 'iProfesional'.
Durante el encuentro que duró dos horas, los bancos afirmaron que todavía no tienen una "oferta oficial", pero adelantaron que el reclamo salarial "está muy por encima de la inflación estimada" y se mostraron reacios a absorber la presión que recae sobre los empleados alcanzados por el gravamen, por considerar que "sería un mal precedente".
Por ello, el Ministerio de Trabajo instó a las partes a continuar dialogando en el ámbito privado a fin de "mantener la paz social" y los volvió a convocar para el próximo martes a las 12.30, encuentro en el que ABAPPRA deberá acompañar la designación de miembros paritarios.
Hasta ahora la cifra de incremento demandada por los bancarios era un misterio guardado bajo siete llaves.
El hermetismo motivó la queja de la opositora seccional Buenos Aires del Banco Provincia que le pidió a Palazzo que revelara el monto que iba a pedir y lo pusiera a discusión.
Así, el porcentaje dado sacó a la luz que la expectativa gremial es muy superior a la pauta salarial promovida por el Gobierno, más cercana al 25%.
La Bancaria basó su pedido en un "severo deterioro" en las remuneraciones generado por "el creciente proceso inflacionario" y volvió a exigir "celeridad" en la negociación.
Por ello, ratificaron que si no hay una solución "integral" a sus demandas "estaremos en el inicio de un conflicto colectivo de trabajo" ante la inminencia de las fechas para liquidar las remuneraciones.
El sindicato acordó en el verano una suma "puente" para el primer trimestre, consistente en $2.200 remunerativos para cada mes, más $3.000 no remunerativos solamente en febrero, en línea con otros gremios que prefirieron patear el cierre de sus paritarias con un acuerdo definitivo para más adelante.
Ahora, con su demanda, el sindicato volvió a meter presión y se sumó a la lista de los que piden incrementos cercanos al 40%, como es el caso del líder de La Fraternidad que amenazó con exigir un 46% si no se retoca Ganancias o el de la Alimentación, que solicitó un 43% con los mismos argumentos.
La reacción empresaria no se hizo esperar y en los últimos días desde el sector privado trascendió la amenaza de trasladar a precios una compensación salarial del impuesto.
En esa línea, el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, advirtió que las paritarias de la industria deben tener un techo del "20 por ciento" y alertó que sacará "corriendo" a los gremialistas que pidan un aumento salarial de "43 por ciento".
El recalentamiento de las paritarias motivó la intervención de la propia Presidenta, que el martes pasado salió a pedirles a los empresarios que redujeran la rentabilidad, en lugar de disminuir la demanda y los salarios.
"Escucho hablar mucho en estos días de inversión y demanda, y que hay que reducir la demanda, que es reducir los salarios para aumentar la inversión. No, señores. Para aumentar la inversión hay que disminuir un cachito la rentabilidad, o traer alguna de la que se llevaron afuera y ponerla los empresarios acá", planteó al encabezar un acto en el partido bonaerense de Campana durante el lanzamiento de una nueva camioneta de la empresa Honda.
En el mismo sentido, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, intentó calmar a los empresarios y relativizó los pedidos de aumento al señalar que "deben pasar por el filtro de negociación", al tiempo que desmintió una dilación de las paritarias.
"Generalmente la primera reunión, fracasa. Es bueno que entendamos esta lógica, lo cierto es que las negociaciones están funcionando", sostuvo.
Los gremios, en cambio, denuncian un estancamiento de las negociaciones y lo interpretan como una señal de guerra.
Mientras que el sector metalúrgico liderado por Antonio Caló se prepara para un paro de 36 horas, el vocero de prensa de La Bancaria, Eduardo Berrozpe, acusó al Gobierno y a los banqueros de "buscar un conflicto" ante la falta de avances en la discusión del sector financiero y calificó de "troglodita" al líder de la UIA por sus declaraciones referidas a un incremento de tan sólo 20%.
"(El Ministerio de Trabajo) debería haber convocado para marzo a las partes, y no lo hizo.
Recién se reunirán mañana", sostuvo, para luego agregar: "Están locos, tanto las autoridades como los banqueros, no hay una propuesta seria, ni una compensación de Ganancias".
En este sentido, el gremio alertó que la incidencia del tributo sobre los salarios es un elemento "desestabilizante" de la negociación salarial y criticó la posición "férrea" adoptada por el Gobierno, al rechazar una modificación del gravamen que alcanza a la mayoría de los empleados bancarios y que motivó su adhesión al paro nacional del 31 de marzo convocado por los gremios del transporte.
Prácticamente todo el sindicalismo se ha manifestado a favor de la anulación del impuesto ya que, según denuncian, "distorsiona" las paritarias al forzar a los gremios a pedir aumentos superiores o sumas extra para compensar los descuentos de la AFIP.
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