viernes, 17 de abril de 2015

EL CICLÓN SE HIZO RESPETAR, PERO DEPENDE DE OTROS

FÚTBOL / COPA LIBERTADORES 



 Foto: La Nación 

SAN PABLO.- ¡Cuentas! ¡Cuentas! Hay demasiados números saltan de las planillas. Lo que pasó, lo que pasa y lo que pasará en la Copa Libertadores se expresa en las matemáticas.



Todos andan en lo mismo. Y allá fue San Lorenzo en busca de su balance frente al duro Corinthians, líder del Grupo 2, el único que más o menos tenía las cosas en claro y que ya quedó clasificado con 13 puntos. Nunca se dio por vencido el Ciclón y, aunque corre de atrás, dejó la definición para la última fecha.

San Lorenzo (7) se clasificará para los octavos de final si vence a Danubio (0), en el Nuevo Gasómetro, y si Corinthians derrota a San Pablo (9). El Ciclón podría avanzar con un triunfo propio y con un empate en el clásico paulista, pero ahí entrará en juego la diferencia de gol, que por ahora favorece a San Pablo, que tiene +3, contra cero del conjunto azulgrana.

Las situaciones comprometidas, seguramente, le dieron otro aplomo a San Lorenzo. Las del pasado, las de anterior Copa Libertadores, en la que terminó consagrándose, y las del presente, en medio de una zona dura y que casi siempre lo tuvo comprometido.

Y si hay algo que tiene en claro Bauza, más allá de los estilos y de algunos reproches, es cómo encarar esta clase de partidos: al rojo vivo, de visitantes y en los que sus muchachos se mueven con la cabeza fría y el corazón palpitante.

El Ciclón se plantó firme y, como era de esperarse, su primer postulado fue no dejarse llevar por delante en el medio campo. Dos especialistas, Ortigoza y Mercier, sostuvieron el equilibrio entre las líneas. Más adelante, el desarrollo ganó claridad cuando la pelota la controlaron Romagnoli y Mercier.

Más atrás, las piezas se cerraron gradualmente hasta que llevaron a Corinthians directo a un embudo. Al principio, el desequilibrio individual de los brasileños no fue tan grande como pudo creerse. Luego, cuando el cansancio empezó a notarse, Torrico debió exigirse con algo más de frecuencia.

El momento de mayor preocupación para San Lorenzo fue en una réplica de Corinthians que, tras algunos rebotes, terminó con un tiro de Renato Augusto en el que Torrico sacó la pelota con el último esfuerzo. También le costó otro tiro desde lejos de Felipe.

Antes de eso el conjunto argentino también merodeó el arco contrario. Blanco, por abajo, y Caruzzo y Yepes, de cabeza, descubrieron fragilidades defensivas en los locales. En todo momento Corinthians buscó el desequilibrio, pero no tuvo la claridad para moverse por los costados ni para ganar en las corridas mano a mano.

San Lorenzo, de a ratos, pareció sentirse conforme con el empate, sobre todo, porque miraba lo que vendría: el partido en el Nuevo Gasómetro contra el peor de la zona y el duelo entre los clásicos adversarios de San Pablo. La iniciativa no les sirvió demasiado a los brasileños.

El Ciclón tampoco sacó provecho de las veloces réplicas de Villalba y de Blanco, que en una de ellas simuló un penal y fue amonestado. A veces caminó por la cornisa, como en un tiro libre de Jadson que salió desviado por muy poco.

Otras estuvo más tranquilo, sobre todo por la falta de ingenio de Corinthians. Se acaban las especulaciones. Cada uno sabe lo que precisa. San Lorenzo ruega por un triunfo y por las ganas que tiene Corinthians de dejar afuera a San Pablo. http://www.lanacion.com.ar/

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