ANDY MURRAY / FOTO REUTERS |
Un globo cruzado, que superó el cuerpo de su adversario y picó apenas antes del ángulo entre las líneas de fondo y lateral, enmudeció a los nueve mil belgas que colmaron el Flanders Expo de Gent, una ciudad a 60 kilómetros de Bruselas.
Andy Murray volvió a hacerlo y le dio otra alegría al tenis británico. Superó a David Goffin por 6-3, 7-5 y 6-3 en el cuarto punto de la final, y así Gran Bretaña volvió a ganar la Copa Davis tras 79 años.
El último título fue en 1936, tras vencer a Australia por 3 a 2. El escocés no tuvo piedad, tras un primer parcial en los que impuso su superioridad, en la segunda manga debió levantar un 5-4 en contra para tomar ventaja de dos set y luego cerrar la faena con un espectacular globo cruzado.
Murray, número 2 del mundo, lo hizo de nuevo, ganó los singles y el doble junto con su hermano Jamie, para darle a Gran Bretaña su décima Ensaladera de Plata, tras casi ocho décadas de sequía.
Era el título que le faltaba a su carrera personal y además era la deuda que tenía con su país, al que le dio la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Además, el escocés fue el primer británico en ganar en Wimbledon tras 77 años, cuando se coronó en 2013. Fred Perry había sido el último también en 1936.
Las dos veces en el All England Club de Londres, la catedral del tenis, Murray había manifestado que fueron los puntos más difícil de su carrera, esta vez fue lejos de casa, en Gent, hasta donde llegaron
cuatro mil británicos para apoyar a su ídolo.
El número dos del mundo, terminó la Copa Davis con ocho triunfo en singles sin derrotas (fueron 11 en total en 2015), igualando el récord de John McEnroe (1982) y Mats Wilander (1983).
Además, con los tres puntos ante Bélgica es el primer jugador que logra esa gesta en una final, desde el estadounidense Pete Sampras en 1995 contra Rusia en Moscú (3-2). (www.infobae.com.ar)
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