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No solo los dos principales socios de la firma Mossack Fonseca estaban dentro del Gobierno de Juan Carlos Varela, sino que en la actualidad familiares y allegados a estas dos figuras (Jurgen Mossack y Ramón Fonseca Mora) están enquistados en el servicio exterior.
La propia canciller, Isabel De Saint Malo confirmó que Jurgen Mossack ocupaba un cargo directivo en el Consejo Nacional de Relaciones Exteriores (Conarex), al cual renunció tras la publicación "Los Papeles de Panamá".
De Saint Malo además detalló que el abogado de origen alemán presentó oficialmente, el pasado miércoles, su renuncia.
"Yo recibí ayer (miércoles) la carta del señor Mossack, y por supuesto que hemos aceptado la renuncia", acotó.
Pero dentro de los consulados panameños en el extranjero se mantienen familiares de Mossack y Fonseca, tal es el caso de Peter Mossack hermano del principal socio de la firma de abogados involucrada en el escándalo, quien es cónsul honorario en Francfurt, Alemania y Eduardo Fonseca Ward (hijo de Ramón Fonseca), quien es cónsul en Dubai, Emiratos Arabes Unidos.
No obstante, la canciller planteó que no hay motivos para que Eduardo Fonseca Ward renuncie a su cargo, porque no forma parte de la firma señalada en este escándalo mundial, ya que no es abogado (...).
Ramón Fonseca Mora fue hasta hace poco uno de los principales ministro consejero de la administración de Juan Carlos Varela.
REVELACIONES
En medio de estas revelaciones una publicación de The New York Times destaca que los socios fundadores del consorcio de abogados Mossack Fonseca, sabían que hacían negocios "durante años" con "clientes peligrosos" de Irán, incluidos en una lista de empresarios con dineros mal habidos y de nexos con el terrorismo.
The New York Times, el cual según documentos filtrados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), cita una conversación por correo entre Jurgen Mossack y Ramón Fonseca Mora que dan cuenta del error en la labor que tenía el consorcio de investigar a sus clientes.
"Entre los documentos filtrados estuvo un intercambio de correo electrónico obtenido por el ICIJ, en el que los principales socios de la firma cuenta de que habían trabajado durante años con clientes de Irán, que habían sido inscritos en una lista de sanciones publicado por el gobierno de los Estados Unidos y el Reino Unido", dijo el reporte de The New York Times.
Dicho listado publicado por Estados Unidos se encargaría de ubicar a jefes de organizaciones terroristas y líderes políticos, a los cuales la empresa estaba "proporcionando servicios", siendo "notorios violadores de derechos humanos como Gadafi, Mugabe, Assad y Putin".
Agrega que Jurgen Mossack escribió en uno de sus correos: "¡Esto es peligroso!; Una bandera roja debería haber sido levantada de inmediato".
Incluso revela cómo Mossack "colocó la culpa de la supervisión de los empleados en la oficina de Londres -Inglaterra-" y que está adscrita a la sociedad panameña.
"No están haciendo su debida diligencia a fondo, (o tal vez ninguno en absoluto)", describe en su publicación el periódico estadounidense.
Esta declaración llegaría a contradecir la respuesta dada el lunes pasado por el exasesor presidencial Ramón Fonseca Mora, quien dijo desconocer quién es el propietario real de una sociedad ficticia creada por la firma, ni quiénes son sus clientes finales.
Fonseca Mora ayer tuvo que admitir en una entrevista a AP que algunas de sus millares de sociedades han caído en malas manos.
The New York Times también citó cómo Mossack Fonseca ocultó información a través de una empresa fantasma conocida como MF Nevada, en Estados Unidos.
La sociedad estadounidense fue utilizada para desviar cerca de mil 770 millones de dólares de las arcas públicas de Argentina.
También recuerda cómo en Brasil, Mossack Fonseca estaba vinculada a una investigación de corrupción en los sobornos pagados a los políticos por las empresas que hacen negocios con la petrolera estatal.
"Los investigadores comenzaron a centrarse en la empresa después de encontrar una gran variedad de apartamentos en los nombres de los familiares de un político preso", subrayó.
Además describe cómo Mossack Fonseca con una sociedad offshore ayudó a una galería de arte de Nueva York para defenderse sobre un reclamo de una obra de arte saqueadas por los nazis, donde después de la aparente descendiente del dueño original inició una batalla legal para su devolución.
Entretanto, el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Mark Toner, reconoció que Washington financió a los periodistas que investigaron el escándalo de "offshores".
Pese a estos hallazgos, el presidente de la República Juan Carlos Varela ha emprendido una campaña de acudir al nacionalismo ante el escándalo de las sociedades anónimas creadas en Panamá, lo que incluiría declarar una guerra financiera a Francia.
Incluso el presidente Varela ha evitado mencionar el nombre de Ramón Fonseca Mora en sus discursos, reconociendo el miércoles pasado que se trata de su amigo, y que no dejaría de brindarle su apoyo.
The New York Times destaca la estrecha relación del presidente Varela y Fonseca Mora, recordando cómo en la década de 2000, ya estaba bien apostado en la dirección del Partido Panameñista y se convirtió en un asesor cercano del presidente.
"Después que el Sr. Varela se convirtió en presidente en 2014, Fonseca se unió a su gabinete como asesor", relata el diario.
Aun así, el Gobierno insiste en mantener en sus puestos a los hijos del exasesor presidencial y dirigente del panameñismo Ramón Fonseca Mora.
Por parte la canciller y vicepresidenta de la República, Isabel De Saint Malo, quien se había mantenido en silencio desde que se desató el escándalo el pasado domingo, manifestó que "no puedo poner la mano en el fuego" al referirse al tema.
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