El empresario kirchnerista, Lázaro Báez, detenido el martes, se negó este miércoles a ser indagado por el juez federal Sebastián Casanello, quien lo investiga por presunto lavado de dineror. Báez, al igual que su hijo Martín y el contador Daniel Pérez Gadín, presentó un escrito y se negó a responder preguntas.
Según informaron fuentes judiciales, el empresario patagónico aseguró en el escrito que los casi US$5 millones que contaban en el video su hijo y su contador en SGI fueron utilizados para realizar una operación inmobiliaria vinculada a la compra de un campo.
Sus dichos se condicen con los de su hijo Martín –con quien comparte abogados-, quien en otro escrito precisó que el dinero era de origen lícito, producto de las operaciones comerciales de las empresas de la familia.
Lázaro Báez, su hijo y Pérez Gadín serán trasladados desde la alcaidía de los tribunales federales de Retiro al penal de Ezeiza, donde permanecerán detenidos.
Al edificio de los tribunales federales llegó esta mañana también el financista Federico Elaskar para ser indagado por el juez Casanello. Báez y Pérez Gadín fueron detenidos acusados de lavar US$5 millones provenientes de la evasión fiscal de la constructora Austral Construcciones a través de la operatoria de la cueva financiera SGI, conocida como "La Rosadita".
Los detenidos Pasaron la noche en la Superintendencia de Investigaciones Federales, en el barrio de Lugano. Desde allí fueron llevados en un móvil de la Policía Federal hasta los Tribunales bajo un fuerte operativo de seguridad. Báez fue apresado pasadas las 17 del martes, por orden de Casanello, cuando aterrizó en su jet privado en el aeropuerto de San Fernando.
El juez había ordenado su captura ante el riesgo de que se fugara, pues despegó con su avión sin que el juzgado conociera el plan de vuelo. Junto con Báez estaba su hijo Martín, quien no quedó detenido.
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