Macri / Dietrich |
La historia verdadera dice que el odontólogo José Manuel Cano, frustrado gobernador de Tucumán, tenía destino de ministro de Salud, hasta que el lobby de los laboratorios medicinales desaconsejó su designación por ciertas apreciaciones pasadas (más curioso que la receptividad de Mauricio Macri a las opiniones corporativas fue el desinterés al respecto de Mario Quintana, con muchos choques con Roemmers y otros cuando conducía Farmacity).
Entonces Cano terminó al frente de un hipotético Plan Belgrano, muy interesante pero muy en pañales y en veremos.
Para colmo, el ministro Guillermo Dietrich parece más atento a la FATAP (cámara de empresarios del autotransporte de pasajeros que conduce un empleado de Claudio Cirigliano) que a los avatares del NOA y del transporte de la producción primaria.
Sólo así puede comprenderse a los rosarinos, quienes están aún están mascullando por el desplante que les hizo el ministro Dietrich, al no asistir al acto en el que hizo público el plan de obras que -junto con el gobierno de Santa Fe, la Cámara de Comercio e Industria de San Lorenzo, la Cámara de Actividades Portuarias y Ferrocamara- le habían presentado al gobierno nacional.
Y eso que se vincula con la boca de salida del Plan Belgrano, de rescate del Norte Argentino, ya que mejora los accesos ferroviales a los puertos del Gran Rosario.
Implicará una inversión de US$ 420 millones, según estimó la Bolsa de Comercio de Rosario, cuyo titular, Alberto Padoán; y el ministro de Infraestructura de Santa Fe, José León Garibay, tuvieron que copar la parada.
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