La Sala I de la Cámara Federal porteña, integrada por Eduardo Freiler y Jorge Ballesteros, confirmó la intervención del sindicato y de la obra social del SOMU, y de las empresas Malonot y San Jorge Marítima -vinculadas estas últimas al entorno del gremialista- y dispuso que se normalicen a la brevedad pero sin fecha estipulada.
Pero surge un interrogante: la Cámara ratificó lo actuado por el juez federal Rodolfo Canicoba Corral, quien le concedió a la diputada nacional Gladys González la intervención ratificada del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos.
Pero, a su vez, le impide 'mojar' en la obra social del gremio, y ¿es una demostración de desconfianza?
González cree que es mejor así porque la obra social siempre tiene riesgos de denuncias de corrupción por los intereses involucrados pero también es verdad que, entonces, González no es el poder en el SOMU, que sigue concentrándose en Canicoba Corral, que tiene 2 delegados: una en el sindicato y otro en la obra social.
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