miércoles, 3 de agosto de 2016

LA NORIA LE GANA A RETIRO, PERO SIEMPRE GANA OTERO

INVESTIGACIÓN / LA CIUDAD PIERDE EL CONTROL DEL AUTOTRANSPORTE DE PASAJEROS 



 La terminal de ómnibus de larga distancia de Retiro moviliza un promedio de 6 millones de pasajeros por mes que entran y salen de la Ciudad de Buenos Aires en unos 1.700 servicios que llegan hasta las fronteras y más allá también. 


Las quejas sobre el estado del edificio, el mantenimiento y la seguridad son recurrentes, Nación se la transfiere al Gobierno de la Ciudad y lo único que se sabe es que buena parte de su tráfico será derivado a otras 3 terminales que apuntan al norte, al oeste y al sur.

La 1ra. aún falta hacerla, la 2da. surgirá de la remodelación de Liniers y la 3ra., la flamante sur, es la Dellepiane, sita en Villa Soldati, que puede absorber hasta el 50% del tráfico total, cuyo control y administración el macrismo otorgó al empresario ex kirchnerista Néstor Otero, un cuestionado concesionario de Retiro, Mar del Plata, Bahía Blanca, Villa Gesell y Puente La Noria.

Esta última es el gran negocio, porque concentra todo el movimiento que genera La Salada, que prácticamente duplica al de Retiro, mal que le pese al alcalde Horacio Rodríguez Larreta, a causa de todo el movimiento comercial que eso implica..

El gobierno de la Ciudad recibió del Ministerio de Transporte de la Nación la potestad para organizar las terminales de ómnibus de larga distancia que conectan la capital federal a más de 900 centros urbanos y operan una red de más de 2.000 paradas en todo el país, además del servicio de ida y vuelta a países limítrofes.

El diagrama de esos centros de distribución de pasajeros abarca 3 puntos cardinales, ya que el 4to. (el este) apuntaría al río de la Plata: el norte, aún no definido, que podría emplazarse cerca de Ciudad Universitaria; el oeste, que sería Liniers remozada; sur, la última construida en Villa Soldati, llamada Dellepiane.

¿Y Retiro?

Por el momento, la concesión se encuentra en estado precario, vencida y prorrogada automáticamente como está... hasta que se resuelva cómo sigue. Necesita una costosa refacción y un replanteo del funcionamiento, ya que buena parte del tráfico se repartirá entre las otras 3.

Lo único concreto, por ahora, es que por su área de influencia atravesará el Paseo del Bajo, proyecto que adorna la parte que faltaba de la autopista Illia para unirla con la que va a La Plata, atravesando por Puerto Madero.

Convive con este esquema de arribos y partidas según las localizaciones geográficas la más grande terminal de todas, que se construyó en jurisdicción del partido de Lomas de Zamora, cruzando el Riachuelo por el puente que divide la avenida General Paz del Camino Negro, y concentra el movimiento de casi el doble de pasajeros que Retiro y cuyos servicios internacionales triplican a la principal terminal porteña: Puente La Noria, cuyo polo excluyente es la feria de La Salada.

Los tours de compras que confluyen desde todos los rincones de la vasta geografía nacional y de los países limítrofes superan, sin temporadas altas ni bajas, los registros de viajes de vacaciones, familiares o de negocios de las otras terminales metropolitanas.

La escenografía que campea en la estación y alrededores ratifica el estudio realizado desde CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento) por Lucio Castro y Estefanía Lotitto, según el cual más del 70% de los viajes que realizan las personas de menores ingresos relativos se hacen en ómnibus.

“Cumple un rol fundamental en asegurar la movilidad de los hogares más vulnerables”, indica. Dividen así las franjas socio-económicas usuarias del transporte público de larga distancia, que cubre casi un 90% de los viajes y tiene una penetración geográfica única: “Mientras que sólo entre un 20% y 30% de los viajes de larga distancia de los pasajeros de los quintiles superiores de ingreso ocurren por medio de ómnibus, el transporte automotor de pasajeros explica entre un 60% y más del 70% de los viajes de los quintiles de menor ingreso."

Pero, además, se tomaron medidas regulatorias que concentraron la oferta: entre 1998 y 2013, la cantidad de empresas operadoras experimentó una contracción cercana al 30%. En la actualidad, el principal grupo controla más del 40% de los permisos de operación.

El resultado fue que afectó frecuencia, calidad de servicio y tarifas, con lo que la venta de tickets se estancó. En contraste, creció en forma marcada la demanda de transporte por automóvil privado y, en una proporción menor, por transporte aéreo de cabotaje.

El contexto fue la debilidad institucional del organismo regulador, que dificultó el control de conductas no competitivas en algunos corredores. El grupo de CIPPEC atribuye a la presencia de importantes subsidios el sesgo de la competencia a favor del transporte aéreo, “porque aunque el ómnibus tenga una ventaja comparativa en corredores de distancias medias, se desalienta la complementación entre ambos medios de transporte, en particular ante la presencia de Aerolíneas Argentinas”.

En algunas oportunidades, el cruce de las regulaciones provoca el milagro: corredores aéreos y rutas en las que los micros son competitivos equiparan sus niveles tarifarios y se disputan los pasajeros. Por ahora, el tren no entra en la conversación.

EL GUSTO DE LA SALADA

La terminal de ómnibus de larga distancia de Puente La Noria, en el partido de Lomas de Zamora, se convirtió no sólo la más grande del Gran Buenos Aires, sino la de mayor tránsito de pasajeros del país.

Se asemeja a la de Retiro en la cantidad de servicios de ómnibus (unos 1.700) que recalan a diario en las 20 dársenas dispuestas, junto con un sector de ventanillas para cada empresa y otra de logística y encomiendas, en la parte de atrás del predio de 10 hectáreas inaugurado en 2015 para concentrar las paradas de colectivos y de micros desde ese punto neurálgico del sur del conurbano.

El inusual movimiento que se genera en la terminal de Puente La Noria tiene una explicación casi excluyente: la feria de La Salada, que recibe entre 500 y 1.000 ómnibus por día nada más que con compradores que llegan cargados de dinero en efectivo, recorren cerca de 15 mil puestos y se van repletos de equipaje.

Incluso también hay muchas más empresas de transporte a países limítrofes: el 15% del servicio es internacional, 3 veces mayor que el que mueve la estación porteña de Retiro.

 De una investigación que encargó a Ipsos la empresa VPM, comercializadora en forma exclusiva de soportes publicitarios en las terminales de Retiro, Tucumán, Puente La Noria y Mar del Plata, surge como dato relevante que en Puente La Noria circulan 11 millones de personas por mes, flujo que casi duplica al de la terminal de Retiro, que estimó en 6 millones.

Hasta que se construyó ese distribuidor en General Paz y Riachuelo (del lado de provincia), una gran cantidad de ómnibus que llega a la feria de La Salada desde el interior del país, e inclusive de Uruguay, Paraguay, Bolivia, Chile y hasta de Perú estacionaba en las colectoras de Camino Negro, lo que ocasionaba problemas de tránsito.

Ahora que las instalaciones para el abordaje de transporte público albergan esa marea humana se ha dispuesto una infraestructura de espera con locales de comidas, entretenimientos y hasta una sala de bingo contigua en los planos.

RETIRO EN RETIRADA

El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, prorrogará en forma directa la concesión de la estación terminal de Retiro a la concesionaria TEBA hasta los primeros meses de 2017, pero al mismo tiempo le transfiere el control y manejo de las instalaciones a la administración porteña de Horacio Rodríguez Larreta.

En los 38 años que lleva el edificio de la terminal de ómnibus de Retiro, construida en ocasión del Mundial de Fútbol de 1978, fue absorbiendo la llegada y salida de micros de larga distancia en la Ciudad de Buenos Aires, que antes se repartía con otras estaciones en Constitución, Once y Liniers.

Desde el 9 de agosto de 1993, en tiempos del gobierno de Carlos Saúl Menem, la explotación le fue adjudicada a TEBA por 12 años. Hugo Bunge Guerrico era entonces el titular de la concesionaria.

Con Néstor Kirchner en la Presidencia, el 29 de septiembre de 2005 se acordó una prórroga de la prestación de la terminal por otros 10 años más, que expiraron en setiembre de 2015. La empresa, desde esos tiempos ya manejada por el empresario Néstor Otero, resultó blanco de muchas quejas por incumplimientos al contrato de concesión, que incluye varias obligaciones: administración, mantenimiento, limpieza, seguridad, explotación comercial, planificación y control del transporte de pasajeros en la terminal, entre otras tareas.

Pero, además, quedó involucrada como una de las partes en las maniobras de corrupción protagonizadas por el ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime: según consta en la investigación judicial, le pagaba mensualmente el alquiler del departamento en el que vivía en Avenida Libertador al 600.

Precisamente, Jaime era el encargado de controlar a TEBA en sus prestaciones en la terminal, por lo que se presume que se trató de una coima.

Pero en materia de reclamos, el colega ristretter Claudio Destéfano le pegó el tiro de gracia en su último reporte: “...habría que avisarle a Guillermo Dietrich y a Horacio Rodríguez Larreta que en la Terminal de Ómnibus de Retiro, tenemos los mayores abusos para con el consumidor (raro, porque hay una oficina de Defensa del Consumidor allí adentro, quizás esté cerrada).

Comida: 0 punto. Contratación: monopolio. Servicio: 0 punto. Pago con tarjeta de débito: imposible en gastronomía, raro en otros rubros (no hay una Ley Nacional). Trato a las personas (empleados): Exploratorio. Confort: -10. Seguridad: -10. Limpieza: Patética. Precios: todo más caro que en el aeropuerto de Zurich. Acciones del gobierno Nacional y de la Ciudad: Ninguna a la vista”.

Se horroriza de que a TEBA le renueven la concesión, pero lo cierto es que ya de hecho había sido prorrogado el vencimiento.

“Y sigue la lista si alguien quiere investigar. Triste. Un mexicano con el cual trabajé me dejó una sola enseñanza en 3 años. Solo una pero muy real. ´En este país pagás los impuestos de Suiza y vivís como en África´. ¡Qué gran síntoma de cambio sería tener una estación de ómnibus de 1er. Mundo con servicios acordes!”.

Aunque el contrato de concesión en realidad había vencido en septiembre y se prorrogó automáticamente hasta el pasado 31/05/2016, el plazo que menciona el autor de la carta Ristretto volvió a extenderse de oficio hace poco hasta el traspaso de la terminal desde la órbita nacional a la de la Ciudad de Buenos Aires, con lo cual el cuestionado Otero continúa controlando y explotando la central de colectivos: se prorroga la prestación automáticamente para que siga en pie el servicio.

ESTACIÓN MIRANDO AL SUR

El gobierno de Rodríguez Larreta, por lo pronto, además de no innovar con Retiro, le asignó también a Otero la operación de una nueva terminal de ómnibus, la Dellepiane. La estación erigida ocupa un predio de 25.000 metros cuadrados en la puerta de acceso al sur porteño. Se emplaza entre las autopistas Dellepiane, Perito Moreno y Cámpora y las avenidas Lacarra y Mariano Acosta.

Dispone de 32 dársenas y 57 boleterías con capacidad para absorber entre el 30% y 50% de los viajes diarios a todos los destinos nacionales y limítrofes, movilizando alrededor de 700 micros cada jornada.

También dispone de 400 cocheras para autos particulares y 22 estacionamientos para los micros que operan allí. Su objetivo es descentralizar el flujo de pasajeros en la terminal de Retiro y colaborar en el desarrollo del Sur de la Ciudad, ya que contará con un área de servicios y gastronomía abierta las 24 horas.

Junto con la habilitación de la terminal Dellepiane, que mira al sur, se viene la remodelación de la estación de micros de Liniers, que cubre el flanco oeste, y aún está en carpeta la definición del distribuidor norte, con lo que,una vez que estén las 3 terminales en funcionamiento, la histórica estación de Retiro podría quedar desactivada.

En esas instalaciones, el Gobierno porteño planea crear un centro de transferencia de combis. Y por las inmediaciones pasará El Paseo del Bajo, tal como se denominó al histórico proyecto de la autopista Ribereña en la ciudad de Buenos Aires.

RELEVAMIENTO DEL PERFIL DE USUARIOS

En torno de las estaciones de ómnibus empezó también a moverse el avispero comercial y se han contratado investigaciones de mercado para determinar el perfil de los usuarios de las terminales de corta y larga distancia y sus consumos en las principales categorías.

Así, VPM, que cuenta con la comercialización exclusiva de soportes publicitarios en las terminales de Retiro, Tucumán, Puente La Noria y Mar del Plata, encomendó a la consultora Ipsos identificar el target del público afluente a la terminal de ómnibus de Retiro, Tucumán y Puente La Noria, y entender los consumos en distintas categorías de consumo masivo.

Según la compulsa, 8 de cada 10 usuarios utiliza la terminal por viajes, aunque cada una tiene un perfil diferente. En larga distancia, el principal motivo es “placer” (Retiro) y “visita a familiares” (Tucumán).

En cambio, los que viajan corta distancia están en la terminal por “negocios, trabajo” (La Noria). Detecta que en Retiro hay mayor permanencia y concurren más esporádicamente; en Tucumán la frecuencia y estadía es media para los viajes de larga distancia.

En cambio, en La Noria la frecuencia es alta y estadía breve, es parte del comportamiento de la corta distancia. Los visitantes de las terminales se definen como principales sostenes del hogar y decisores de las compras.

Los que asisten a la terminal de Tucumán muestran un mayor nivel de estudios. En Retiro y Tucumán, 30% declara tener auto en el hogar y cae a 16% en La Noria. En Tucumán hay mayor compra declarada de 0 KM. El consumo masivo es habitual para todos los usuarios. En cambio, salud, turismo y bebidas con alcohol son más frecuentes para Buenos Aires, mientras que finanzas y tecnología lo son para Tucumán.

Infusiones, aguas minerales y gaseosas son las 3 categorías más consumidas en todas las terminales.En Tucumán se consume cerveza, en cambio en Retiro los usuarios consumen además champaña y, en menor medida, aperitivos. Hay un fuerte consumo de golosinas en todas las terminales.

El de snacks es menor en la terminal de Tucumán. Los productos lácteos son más consumidos por los usuarios de las terminales de Buenos Aires. En tanto, higiene personal tiene alta penetración entre los usuarios de todas las terminales relevadas.

TERMINAL RETIRO

- 8 de cada 10 van por viajes de larga distancia.

- El motivo del viaje es el turismo.

- En promedio, concurren a la terminal 1,6 vez al mes.

- Estadía larga, de hasta 1 hora.

- Consumo más asociado a categorías masivas.

TERMINAL LA NORIA

- Todos van por viajes de corta distancia.

- El motivo del viaje es: negocios/ trabajo/ trámites.

- Estadía corta, menos de 15 minutos.

- Frecuencia de visita diaria.

- Consumo más asociado a categorías masivas.

TERMINAL TUCUMÁN

Consumo más asociado a productos financieros y de salud.

Corta distancia:

- 4 de cada 10 van por viajes de corta distancia.

- Motivo del viaje: trabajo o estudio.

- Frecuencia de visita: 1 vez a la semana.

- Estadía corta, hasta 30 minutos.

Larga distancia:

- 4 de cada 10 van por viajes de larga distancia

- Motivo del viaje: visitas familiares

- Frecuencia de visita: entre 1½ y 6 meses

- Estadía media, entre 15 y 30 minutos (a 1 hora).

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