SOCIEDAD / CRÍTICAS DEL PREMIO NOBEL
Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz de 1980, se despegó de la defensa cerrada que algunas agrupaciones y sectores políticos hicieron de la decisión de Hebe de Bonafini de declararse en rebeldía y no declarar ante el juez Martínez de Giorgi.
Pérez Esquivel, que colaboró en la constitución de organismos de derechos humanos de familiares de las víctimas de la última Dictadura como Madres de Plaza de Mayo y Abuelas de Plaza de Mayo, entre otras, advirtió en declaraciones a radio Belgrano que "ante la ley somos todos iguales".
"No se puede apoyar la corrupción provenga de quien provenga", dijo el referente al cuestionar que la presidenta de Madres no se haya presentado ante el juez Marcelo Martínez de Giorgi.
Si bien criticó la orden de detención dictada contra la dirigente, Esquivel dijo que lo de ayer fue un "escándalo".
Sostuvo que el juez tendría que haber tomado la declaración indagatoria en la vivienda de Bonafini.
Añadió que Bonafini "tendría que haberse presentado porque ante la ley somos todos iguales".
Sin embargo, consideró que el juez, teniendo en cuenta "la edad" avanzada de la dirigente y que se trata de una "luchadora por los derechos humanos", tenía que haber tomado la declaración indagatoria en el domicilio de la imputada.
"[El magistrado] podría haber hecho alguna otra cosa y no todo este escándalo con Guardia de Infantería, gente armada, como si [Bonafini] fuese una delincuente, porque toda persona es inocente hasta que se compruebe lo contrario", sostuvo.
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