ECONOMÍA / LA LUCHA POR EL BONO
La jornada de hoy será clave: el Gobierno de Mauricio Macri y la CGT se reunirán para avanzar en la propuesta de cara al bono de fin de año, en medio de las amenazas de la central obrera de avanzar en un paro general.
La frase de más de un dirigente cegetista fue clara: si no hay una respuesta, habrá paro. Hoy se sabrá si el cese de tareas se hará efectivo o si las negociaciones continuarán.
La respuesta del Gobierno para tratar de evitar ir al conflicto con la central conducida por Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña sería: un bono para jubilados que cobren la mínima, beneficiarios de la AUH y a los titulares de planes sociales.
Pero también, eximir el medio aguinaldo de diciembre del impuesto a las Ganancias, aunque fijaría un tope que aún no fue fijado.
Con esa oferta el Gobierno busca desactivar un conflicto que simbolizaría, de concretarse, el primer paro general contra la gestión de Mauricio Macri.
El Ejecutivo considera que "no existen elementos objetivos para un paro nacional", según Clarín.
Esta mañana, Eduardo Van der Kooy, remarca una diferencia en este Gobierno en la nota "Guerra de nervios entre Gobierno y CGT": "existen, sin embargo, ciertas variaciones en el clima imperante que empezarían a llamar la atención.
Nunca fue habitual – sobre todo en gobiernos de identidad no peronista – que frente a la posibilidad de una huelga nacional los estados de ánimo estuvieran como ahora invertidos.
Raúl Alfonsín, en especial, y Fernando de la Rúa, padecieron cada presión de la CGT. Fueron 13 contra el caudillo radical. Cristina Fernández también tuvo lo suyo con Hugo Moyano: pero la ex presidenta contó siempre con el paraguas de un sector sindical y la protección del kirchnerismo impenetrable.
Hoy el gobierno macrista se reúne con el triunviro de la CGT que componen Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña.
Del encuentro, según sea la oferta final del oficialismo, podría surgir la decisión del primer paro contra Mauricio Macri.
Pues bien, no se advierte demasiado pestañeo en el poder.
La interna sindical, en cambio, asoma al borde de un hervor.
Protagonismos cambiados".
En el diario 'La Nación', Nicolás Balinotti escribe "Por sugerencia de la Iglesia, la CGT dejaría la medida en suspenso", donde dice que "sin el aval de todos sus gremios adheridos y por sugerencia de sectores vinculados a la Iglesia, la CGT unificada estaría ahora dispuesta a dejar en suspenso el promovido paro general hasta que se concrete la reunión tripartita con el Gobierno y las principales cámaras empresariales.
El encuentro, en el que se podría sellar una suerte de pacto social y económico, sería la semana próxima, después de la visita del presidente Mauricio Macri al Papa.
Esta postura conciliadora es promovida por Héctor Daer y Carlos Acuña, dos de los tres integrantes del triunvirato de mando de la CGT unificada.
Se opone Juan Carlos Schmid, presionado por el moyanismo para definir la medida de fuerza.
La intención de Daer y Acuña es mantener viva la negociación e intentar acordar con el Gobierno y los empresarios un bono universal para fin de año, además de debatir sobre otras cuestiones no tan urgentes, como la apertura de las importaciones, la reforma del impuesto a las ganancias y los eventuales cambios en la legislación laboral y en las ART.
La intención de la CGT de dilatar el paro toma fuerza en la víspera del encuentro a solas que mantendrán Macri y el Papa, el sábado próximo, en Roma.
(...) La posibilidad de postergar nuevamente la fecha del paro bajaría la tensión y la expectativa de la reunión que tendrá hoy la cúpula de la CGT con un grupo de funcionarios macristas en el Ministerio de Trabajo.
(...)
La oferta de la Casa Rosada consistiría en un bono de fin de año de entre 500 y 1000 pesos únicamente para beneficiarios de AUH y jubilaciones bajas y establecer topes en la exención del impuesto a las ganancias sobre el medio aguinaldo de diciembre.
También se daría luz verde para que cada sindicato avance por su cuenta en la negociación de un bono con el sector privado.
Pero el Gobierno no sugeriría montos ni establecerá que el pago extra vaya a ser obligatorio para las empresas.
"El bono en el sector privado dependerá de la realidad económica de cada actividad", dijeron a LA NACION fuentes de la cartera laboral.
(...) En caso de caerse definitivamente el paro, se profundizará la interna de la CGT, que fue sacudida el fin de semana por la amenaza de Pablo Moyano de abandonar la central ante la docilidad del triunvirato de mando.
"No tienen huevos para pararle al Gobierno", dijo el número dos de los camioneros.
La advertencia del hijo de Hugo Moyano avivó a disidentes que no descartan como última opción construir una central obrera propia."
'La Nación' destaca también la advertencia de la UIA de que "no podrá pagar el bono": "El vicepresidente primero de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, advirtió ayer que el bono de fin de año que exigen los gremios y analiza el Gobierno no podrá aplicarse por el alto costo que implicaría para las empresas y las economías regionales".
Sin embargo, en este contexto, las metalúrgicos vinieron a patear el tablero con un bono que duplica lejos los valores propuestos: "las firmas metalúrgicas abonarán en dos veces (noviembre y febrero) un plus de $4000". Un sector que justamente no está atravesando una situación holgada.
Según el sitio 'Letra P', ello se inserta "en una coyuntura a todas luces compleja, que muestra a una CGT confundida políticamente y hasta ahora domada inteligentemente por el Gobierno, que en las últimas horas estrechó lazos con sectores que lograron suavizar la intención de parar.
En ese esquema, el Frente Renovador fue un aliado estratégico. Mientras las patas massistas del triunvirato de CGT (Carlos Acuña y Héctor Daer) siguen haciendo equilibrio sobre olas cada vez más encrespadas, la pata restante, que encabeza Juan Carlos Schmid, de filiación históricamente moyanista, levanta el tono del discurso.
Detrás de Schmid está la poderosa Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT). Desde ese sector se hizo sentir en todo este proceso la voz de Pablo Moyano, secretario adjunto de Camioneros, que en las últimas horas directamente denunció la “falta de huevos” de la conducción cegetista y amenazó con romper la central obrera, que reunificada menos de dos meses.
Pero este martes habló otro dirigente fuerte de ese ámbito. El titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández, consideró que el bono que hoy por hoy es el único objeto de negociación con el Gobierno y las empresas “es un parche”. E
n este país, “no hay bono que alcance”, dijo y lamentó la ausencia de paritarias.
Pero la pata díscola se aquieta de golpe cuando se pronuncia la palabra mágica. En una entrevista que concedió a radio Del Plata, contestó la pregunta del millón con una respuesta que cotiza bastante menos: “Ojalá que no vayamos al paro” porque “lo importante es el diálogo”.
El Gobierno, se limitó a decir, “tiene que dar un bono serio”, aunque evitó mayores definiciones al respecto.
En sintonía, fuentes del entorno de Schmid le pusieron paños fríos a la cuestión y citaron una vez más los pasos del diálogo: “No se va a decir hasta el jueves, ni siquiera si la reunión de mañana sale mal”.
Hoy, en hotel Sheraton de Retiro, ante empresarios reunidos en la 64 Convención de la Cámara de la Construcción, el titular de la UOCRA y secretario de la CGT reunificada, Gerardo Martínez, lanzó un nuevo llamado de paz cuando reconoció que los sindicatos que integran la central obrera no quieren “llegar al paro”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario