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| VIDAL / MASSA |
Dentro de los próximos 45 días, María Eugenia Vidal deberá convalidar el acuerdo con Sergio Massa o buscar otros aliados en los sub bloques peronistas para asegurase manos alzadas en la Legislatura provincial a la hora de tratar proyectos de trascendencia para su gestión.
Hay temas que no son menores: además el presupuesto y las eternas leyes de emergencia, tendrá que cubrir una vacante en la Suprema Corte por la jubilación de Juan Carlos Hitters; otra en el Tribunal de Cuentas por el fallecimiento de la vocal Cecilia Fernández, archienemiga del titular del cuerpo, Eduardo Ginberg, a quien se "invitaría" a jubilarse y la estratégica Defensoría del Pueblo, que continúa vacante desde el fin del mandato del platense Carlos Bonicatto.
Y la frutilla del postre es la Procuración General de Justicia, ya que - aunque todos los niegan- existe un acuerdo para una salida honrosa de María del Carmen Falbo, de modo de posibilitar el ingreso de Julio Conte Grand.
Renovar con Massa implica que Cambiemos se queda con la presidencia de la Cámara de Diputados para Manuel Mosca y un massista -seguramente Ramiro Gutiérrez- quede en la vice, ya que Jorge Sarghini retorna a la jefatura de bloque.
Pero en las últimas horas ganó terreno la versión que Mosca iría al Ejecutivo y más precisamente a Desarrollo Social, en lugar del casi desconocido Santiago López Medrano, por lo que podrían ofrecer a los renovadores que continúe Sarghini, pero si declinan de aspiraciones de poner al miembro de la Suprema Corte.
En el Tribunal de Cuentas si sale Grinberg, Vidal ya tiene en mente el reemplazante y Massa podría colocar en la Vocalía a la senadora Malena Baro, y en la Defensoría del Pueblo la gobernadora accedería al pedido de su vice,
Daniel Salvador, de confirmar al defensor interino Marcelo Honores. Este complicado rompecabezas tiene el inconveniente -dicen algunas voces de Cambiemos- de fortalecer al sector de Massa, el rival a vencer en 2017.
Otros, en cambio, dan por hecho que el ex intendente de Tigre sumará más diputados y senadores provinciales el año próximo y que "mejor arreglar ahora, porque después nos va a salir mas caro", tal como confió a Urgente24 con absoluto pragmatismo un operador de primera línea de Vidal.
El Plan B, por ahora solo en borrador, es acordar con algunos de los peronistas no kirchneristas, muchos de los cuales -tal como Jose Ottavis- dicen que a Vidal "la bancan", pero estos acuerdos no despiertan mucho entusiasmo entre la tropa vidalista.
La 3ra. vía es impracticable: no hace ningún arreglo quedar expuesta a que la Legislatura le maneje los tiempos, la gestión, y los fondos . De modo que Vidal deberá resolver entre las necesidades de gestión y las conveniencias electorales, dos aspectos siempre difíciles de conciliar.
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