FÚTBOL / PRIMERA DIVISIÓN
Sin recursos individuales que puedan aportar mucha calidad, Olimpo mostró más criterio. El partido se le facilitó tras el regalo de Ayala, arquero del Decano, quien salió mal y le facilitó la apertura a Jacobo Mansilla.
No fue la única salida a destiempo del uno del Decano.
El segundo transmitía tedio, con un Atlético impotente. Luego, Olimpo empezó a administrar mejor los contraataques.
Pizzini resultó clave con sus descargas, y fue el ex Independiente el que asistió a Coniglio en el 2 a 0. Para todos parecía liquidado en el Carminatti.
Pero Olimpo tuvo que sufrir hasta el final por el gol de Menéndez. Angustia que seguramente lo acompañará durante todo el torneo porque sigue en zona de descenso y resulta difícil imaginar que pueda zafar fácilmente de la pelea.
Una reflexión sobre Atlético Tucumán: está claro que muchas veces el rival es determinante de la motivación, porque la prestación individual y colectiva estuvo muy por debajo de la que mostró en la victoria ante Independiente (2 a 0 en el Libertadores) y en el empate ante Boca (2-2 de local). (www.ole.com.ar)
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