AMÉRICA / OEA
Washington - La situación venezolana volvió a desnudar hoy divisiones en el continente luego de que Bolivia decidiera suspender una sesión especial de la Organización de Estados Americanos (OEA) para tratar el conflicto de poderes en Venezuela, pese al deseo de 18 países que exigieron rever la decisión y celebrar la reunión.
El gobierno de Bolivia, el sábado asumió la presidencia pro témpore del Consejo Permanente de la OEA, justificó la suspensión de la sesión en que su convocatoria, hecha por 20 países, se hizo sin consulta, y aseguró que llamará a una nueva reunión previa coordinación con los países miembros del organismo.
La Cancillería boliviana señaló en un comunicado que la convocatoria a la sesión prevista para hoy "fue inconsulta y sin entregar información alguna a Bolivia, que se haría cargo de presidir la misma".
"Por lo tanto, Bolivia suspendió la sesión, misma que será convocada una vez realizadas las coordinaciones necesarias, en el marco la Carta de la OEA y las normas de la Organización", indica el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, según informó la agencia de noticias EFE.
El gobierno del presidente Evo Morales, un aliado del gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, rechazó asimismo "cualquier intento de mellar la dignidad" de su país y sus representantes.
"Jamás aceptaremos imposiciones ni presiones en contra de nuestra soberanía como país", añadió la Cancillería boliviana, que también expresó a los países su "predisposición" para trabajar "sobre la base del respeto y la colaboración mutua".
La sesión tenía el objeto de "considerar los recientes eventos" en Venezuela, en alusión a la decisión del Tribunal Suprema de Justicia (TSJ) de arrogarse la potestad de legislar mientras duraba la situación de "desacato" que le atribuye al Parlamento, controlado por la oposición.
Bajo intensa presión internacional y doméstica, el TSJ, controlado por el oficialismo, dio marcha atrás el sábado pasado y Maduro dio ayer por terminado el conflicto de poderes, pero la oposición no se dio por satisfecha y anunció planes para iniciarle juicio político a los magistrados de la alta corte.
La sesión había sido solicitada por 20 países: Canadá, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Santa Lucía, Jamaica, Barbados, Bahamas, Guyana, Uruguay y Belice.
El embajador de Bolivia en la OEA, Diego Pary, dijo a los medios en Washington que "la reunión está suspendida" después de tomar posesión como presidente del Consejo, un cargo protocolario que dura tres meses y en el que reemplaza a Belice.
La decisión de Bolivia fue deplorada por un grupo de 18 países de la OEA, entre ellos Argentina, que hicieron circular una nota diplomática que pide que la presidencia del Consejo Permanente, que ostenta Bolivia, permita celebrar hoy la sesión extraordinaria sobre Venezuela como estaba previsto.
Este grupo de países solicitó la "reprogramación" de la reunión alegando que "la Presidencia (del Consejo) no puede suspender una sesión sin mediar previamente una consulta o explicación", con base en el artículo 37 del reglamento del Consejo.
"Exhortamos además a la presidencia que vuelva a convocar la sesión como cortesía para la ministra (de Exteriores de Argentina, Susana,) Malcorra, quien está en Washington DC este día para asistir a la sesión", indicó la nota diplomática, publicada en la página web de la OEA.
Los países que la firman son los mismos que pidieron convocarla el pasado viernes menos dos bajas, la de Guyana y Belice.
Así, rubrican la nota diplomática Canadá, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Santa Lucía, Jamaica, Barbados, Bahamas, y Uruguay.
Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay declararon el sábado en una reunión de Mercosur que en Venezuela hay una "ruptura del orden constitucional" y una "intromisión sistemática" por parte del Supremo en el Parlamento.
Fuentes de la delegación venezolana explicaron a EFE que ellos no pidieron a Bolivia que suspendiera la sesión, sino que este país lo decidió por iniciativa propia al considerar que se le había "impuesto", porque la convocó Belice unas pocas horas antes de pasarle la presidencia de turno del Consejo Permanente en la medianoche del viernes al sábado y para los próximos tres meses.
El artículo 37 del reglamento del Consejo al que aluden para pedir que se reprograme la sesión dice que uno de los supuestos en los que el Consejo celebrará reuniones extraordinarias es que "cualquier representante lo solicite por escrito manifestando el objeto de su petición", algo que ocurrió el viernes cuando los 20 países lo pidieron.
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