POLÍTICA / SANTA CRUZ
Por MARIELA ARIAS / LA NACION
RÍO GALLEGOS.- Encerrada, guardada, protegida. La gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, se retiró de la Casa de Gobierno a las cuatro de la madrugada: atrás quedaron nueve horas en las que estuvo encerrada en el edificio ante la presencia de una manifestación de padres, docentes, jubilados y judiciales que mantuvieron una ruidosa protesta en las tres puertas de acceso a la Casa de Gobierno.
Abrigada con un tapado color camel, un pañuelo de seda alrededor del cuello y la cara atravesada por la preocupación y el cansancio, la gobernadora se retiró por la puerta lateral de la gobernación acompañada por dos ministras y un puñado de funcionarios, todos escoltados por una custodia.
Esa puerta comunica la Casa de Gobierno con la jefatura de Policía, y allí es donde se concentró el grueso de la manifestación desde las 7 de la tarde.
Atrás quedaba una noche donde gran parte de la ciudad no durmió y los rumores de renuncia corrían sin parar.
A la protesta se sumaron bocinazos por las calles de la ciudad. La provincia cuenta con una historia de renuncia de sus gobernadores. Sólo en la década pasada renunciaron los gobernadores Sergio Acevedo (2006) y Carlos Sancho (2007), el primero por fuertes diferencias con Néstor Kirchner, el segundo en medio de una protesta social encabezada entonces por el gremio docente.
Anoche un enorme letrero con el mensaje "El pueblo decide hasta dónde llega esto" atravesaba el ingreso de la puerta principal de la gobernación.
Todo empezó a las 7 de la tarde. A poco de concluir una conferencia de prensa selecta realizada en el despacho de la gobernadora, y transmitida en vivo por el canal estatal, llegó hasta los jardines del edificio céntrico un grupo de docentes. Hacía apenas horas se había conocido que el gobierno había dictado la conciliación obligatoria.
Durante la tarde, la gobernadora convocó a un grupo de medios donde habló de la situación provincial y también abordó el extenso conflicto docente: "Yo espero que sigamos negociando pero que vayan a clases, no pueden tomar estas medidas abruptas".
"Mas allá de si están defendiendo sus derechos, yo creo que hay que defender los derechos, hay distintas maneras de protesta. No le podemos responder con lo que ellos piden", afirmó la mandataria.
A los docentes que se encuentran tomando la sede del Ministerio de Economía se les sumó una manifestación de padres que ayer pedían por la educación de sus hijos y también los jubilados que ocupan desde el jueves la sede de la Caja de Previsión Social.
Mientras que los judiciales mantienen una carpa en el ingreso al Tribunal Superior de Justicia, ubicado a solo dos cuadras de allí. Las protestas estallan por todas partes en Santa Cruz. En las calles céntricas de Caleta Olivia también hubo otra protesta a la medianoche.
Los manifestantes se fueron sumando con el correr de las horas. Se ubicaron en las tres salidas de la gobernación y hasta ingresaron al edificio de Servicios Públicos ubicado en la parte posterior ante la versión de que estaba comunicado con la Casa de Gobierno, pero no era así.
A la medianoche, más de 500 personas se manifestaban con cacerolas, bombos y bocinas y entre los cantos pedían que la gobernadora Kirchner saliera del edificio. Poco trascendía lo que ocurría en el interior de la Casa de Gobierno.
La conferencia, que intentó ser una defensa de su gobierno, terminó teniendo un efecto negativo.
Hasta las 4 de la mañana la acompañaron solo dos ministras: la de Desarrollo Social, Paola Vesvessián, y la de la Secretaría General, Claudia Martínez, las dos mujeres de estrecha confianza de la gobernadora.
No había una conducción en la protesta, se mezclaban gremios con manifestantes espontáneos. Sin embargo, un mensaje de audio empezó a circular por las redes pasada la medianoche y buscaron responsabilizar del armado de la protesta al diputado nacional Eduardo Costa (UCR).
"Compañeros, recién hablé con Alicia, ella está bien, esta todo bien, está encerrada efectivamente. Esto es algo armado, esta canal 13 transmitiendo en directo lo que marca claramente que esta armado, en la casa de Costa hubo movimientos todo el día de camionetas y todo. Así que esperaron la conferencia de prensa para hacer esto".
El mensaje, atribuido a un diputado nacional del Frente para la Victoria (FPV), llegó al público de la marcha y generó más enojo.
La noche parecía no tener fin.
A las 3 de la mañana, los que aún quedaban en los alrededores de la gobernación decidieron en asamblea retirarse y liberaron los ingresos al edificio. Pasaría una hora hasta que al fin Alicia Kirchner salió en medio de la noche helada y pudo -ante la mirada de un puñado de testigos- cruzar a pie la calle que separa la gobernación de su residencia oficial. Hoy será otro día.
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