Luego de haber recibido el apoyo de miles de manifestantes el último sábado, la administración de Mauricio Macri enfrentará esta semana dos nuevas medidas de fuerza: una encabezada por el sector docente, que pide al Gobierno el llamado a una paritaria nacional, y otra ideada por la Confederación General del Trabajo (CGT) contra la política económica de Cambiemos.
La dirigencia de CTERA, principal gremio docente a nivel nacional, comenzará el martes su plan de acción con una "Jornada Nacional contra la Impunidad", para recordar el décimo aniversario del crimen del maestro neuquino Carlos Fuentealba, con un acto central en Neuquén.
Además, en la Ciudad de Buenos Aires se realizará una "marcha de antorchas" frente al Congreso de la Nación. Por otra parte, el miércoles el gremio docente realizará un "Paro Nacional y Jornada Nacional de Protesta Docente", mientras que el jueves concretarán su adhesión al paro general convocado por la CGT y que acompañará también las CTA de Pablo Micheli y Hugo Yasky.
Juan Carlos Schmid, uno de los miembros del triunvirato que maneja la central obrera, aseguró ayer que el paro general convocado para el 6 de abril "va a tener una fuerte adhesión" y señaló que "si hay un paro general, es porque el gobierno ha visto la realidad con un lente distinto al nuestro".
El dirigente sindical afirmó que la medida de fuerza será "un llamado de atención muy fuerte" y que "el Gobierno tendrá en su poder las voluntades y los instrumentos para corregir lo que fuera necesario".
"La gente no llega a fin de mes; se bajó la inflación a costa del bolsillo del trabajador y eso se ve reflejado en el derrumbe del consumo —argumentó—. La percepción de altas franjas populares no es la que tiene el Gobierno".
Frente a esta situación, como en otras oportunidades, en el oficialismo consideran que hay que leer la sucesión de medidas de fuerza en el contexto del año electoral. Algunos funcionarios sostienen que hay sectores que buscan desestabilizar.
A cuatro días de la huelga, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, acusó a los dirigentes de la CGT de no tener "madurez" para resolver los problemas a través del diálogo. "El paro es consecuencia de que la única unidad es contra el Gobierno y no contra una mirada de qué es lo que hay que hacer en la Argentina", dijo Triaca.
"El año pasado tuvimos una tarea como gobierno, de poner en orden muchas cosas que venían distorsionadas de la gestión anterior, y las pudimos resolver en una mesa de diálogo", explicó el ministro, y agregó que, en cambio, "este año, hay una diferencia de diagnóstico, en esa diferencia de diagnóstico se ha involucrado la política". "Estamos en un año electoral, donde la unidad se sostiene marcando esas diferencias", definió.
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