viernes, 22 de diciembre de 2017

AQUELLA NAVIDAD CUANDO PERÓN ARRASÓ CON LA PRENSA OPOSITORA

INVESTIGACIÓN / PRENSA & PERONISMO 



(U24) - "La relación del peronismo con los medios de comunicación es un capítulo central de la relación de los medios de comunicación con la política y la cultura en la Argentina que –paradójicamente- ha sido muy poco investigado. Los lugares comunes acerca del modo en que los gobiernos autoritarios y los estados populistas han convertido los medios de comunicación en un pilar de gobierno, ha impedido un análisis de los matices históricos específicos de los dos primeros gobiernos peronistas (1946-1952 / 1952-1955) y menos aún del tercer gobierno (1973-1976) atravesado por la muerte de Perón y la violencia política dentro y fuera del peronismo. 


El hecho de que el peronismo haya permanecido como un elemento activo de la política argentina hasta la actualidad y haya renacido una y otra vez de varias muertes y con diferentes caras, no sólo no ha favorecido, sino que ha obstruido sistemáticamente, la lectura de ese problema. (...)", Mirta Varela, "Peronismo y medios: control político, industria nacional y gusto popular."

 El entonces coronel Juan Domingo Perón ascendió al poder por 1ra. vez en 1946, con Hortensio Quijano como su compañero de fórmula. Perón fue reconocido por muchos como el defensor de los trabajadores, pero hay algo de lo que no muchos suelen hablar, y que aprendió en el Ejército: el lado autoritario de Perón.

Cuando Perón asumió la Presidencia, fueron muy pocos los medios de comunicación que lo apoyaron, y la crítica no era algo que 'el Pocho' estaba dispuesto a tolerar. Pero él que no podía cerrar los periódicos y radios según su capricho, y por ese motivo las primeras medidas que decidió contra los medios opositores fueron "indirectamente directas".

En 1947 ya había comenzado la compra del sistema de radiofusión nacional por grupos económicos ligados a la Presidencia, y como principal medida se dispuso un decreto que permitía al Poder Ejecutivo la expropiación del papel de diario.

El papel era 100% importado, y tanto las divisas necesarias para pagarlo, como su distribución, le permitía a Perón tanto reducir como ampliar la cantidad de páginas de las ediciones de los periódicos, en especial los críticos, como limitar su tirada.

El control sobre el papel fue apenas una de las trabas que impuso el Presidente sobre los medios. También fueron comunes los cierres de algunos medios, se expropiaron diarios -el caso de La Prensa, transferida a la CGT en 1951-, y la creación de un monopolio estatal de los medios de comunicación de masas.

Mirta Varela, en "Peronismo y Medios":

"La expropiación de periódicos, la concentración política y económica de la radiodifusión y la presencia permanente de las figuras de Perón y Evita en los medios de comunicación, son algunos rasgos que permiten hacer una lectura rápida del uso autoritario de los medios de comunicación durante esa etapa. El lugar asignado por Perón al periodismo ha sido interpretado tanto como una política “de hecho” en respuesta a la coyuntura (Sirvén, 1985), o como un rasgo coherente y programático dentro de la “doctrina peronista” que propiciaba la construcción de una “comunidad organizada” (Lettieri, 2002) pero, en cualquier caso, siempre se ha destacado la peculiar utilización de los medios realizada por Perón. También se ha señalado coincidentemente el endurecimiento del control político durante la última etapa del gobierno.

Como señala Arribá (2005: 98):

“En la primera presidencia (1946-1955) se formó un sistema extraordinario de medios de comunicación y en la segunda presidencia (1952-1955) se regularizó y normativizó a la radiodifusión a partir de la sanción de leyes y decretos sustanciales. El resultado de estas etapas de gobierno fue la formación y consolidación de un proceso de concentración, centralización y regulación ideológica” (...)".

Las clausuras se hacían con las excusas más insignificantes por "razones de seguridad", "higiene" y "moralidad", así se cerraron diarios como "El Intransigente" de la ciudad de Salta, "La Hora y Orientación", "La Nueva Provincia", "La Verdad", "La Unión", "Castellanos", "La Capital" y alrededor de 70 periódicos más.

El 25/12/1949 Perón limitó una cantidad de periódicos de provincias. Un caso interesante sobre cómo se comportaba Perón aún con la prensa aliada: el escribano Eduardo Colom, que militaba en el radicalismo yrigoyenista, compró la marca La Época en la década de 1930 y lo editó a partir de 1937 como semanario.

Luego del golpe militar del 04/06/1943, Colom le ofreció su apoyo al ascendente coronel Perón, a cambio de créditos “blandos” que le permitieran transformar el semanario en diario. Colom fue, junto con Hortensio Quijano y otros, cofundador de la UCR - Junta Renovadora, que integró la coalición que apoyaba a Perón.

Durante la campaña electoral, La Época fue uno de los pocos diarios que adoptó una posición de claro apoyo al peronismo y Colom fue elegido diputado nacional en 1946 (y reelegido por el período 1948-1952). Poco después de la elección, Colom recibió ofertas desde el gobierno para vender su diario que, si bien continuaba su línea de apoyo al gobierno, se permitía algunas discrepancias.

En 1949, lo visitaron Carlos Aloé, futuro gobernador de la provincia de Buenos Aires y testaferro de Perón en la compra de medios de comunicación; y Héctor José Cámpora, quienes le dijeron que no tenía más opción que venderles el diario. Colom aceptó, negociando quedarse como director hasta 1951 cuando se desvinculó por completo.

Por esa época, y tras la expropiación de La Prensa sólo quedaron como medios independientes –pero con muy escaso margen para disidencias-, La Nación y Clarín.

Aquella Navidad de 1949 también fueron clausuradas la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, las Bodegas Arizu y la Radio Belgrano.

Al final del régimen, el oficialismo contaba con 17 diarios, 10 revistas, 13 editoriales y 4 agencias informativas.

Estos acontecimientos de 1949 fueron en el marco de la famosa "Comisión Visca", presidida por el diputado José Emilio Visca, creada originalmente para investigar las denuncias de torturas, pero en verdad se dedicó a investigar y clausurar medios de prensa que no respondieran al gobierno, realizar allanamientos en distintos lugares e intervenir las existencias de papel de diario.

Visca fue un periodista, político y diputado nacional, que militó en el Partido Demócrata Nacional y luego en el Partido Peronista. Fue director de los periódicos El Debate y La Tribuna -de la ciudad de Zárate- y presidente de la comisión parlamentaria conocida como Comisión Visca que dispuso numerosos allanamientos y clausuras de medios de prensa.

La comisión conducida por Visca con la colaboración del diputado Rodolfo Decker comenzó por allanar las administraciones de los diarios La Nación, La Prensa y Clarín, las agencias de noticias United Press International y Associated Press, el Jockey Club de Buenos Aires, el Automóvil Club Argentino, el Banco de Londres y el Banco Francés del Río de la Plata.

A quienes afirmaban que se había desnaturalizado la misión de la comisión, respondía en el recinto de la Cámara: "resulta incomprensible que se pretenda privar a la Cámara de Diputados de la facultad de investigar de dónde provienen los fondos de todos los diarios."

La comisión también dispuso clausuras, esgrimiendo "razones de seguridad, higiene y moralidad" -incluso un baño en malas condiciones era suficiente causa- al diario El Intransigente (Salta cuyo propietario David Michel Torino estaba preso desde 1948), las publicaciones comunistas La Hora y Orientación, La Nueva Provincia (Bahía Blanca), La Verdad (Quilmes), La Unión (Lomas de Zamora), Los Principios (Córdoba), Los Andes (Mendoza), El Liberal (Santiago del Estero), Democracia (Junín, que dirigía Moisés Lebensohn), La Opinión (Pergamino), y La Tierra, una vieja publicación de la Federación Agraria Argentina.

Fueron alrededor de 70 los periódicos clausurados, todos ellos medios independientes del Gobierno.

Estos fueron los acontecimientos de la Navidad de 1949.

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