(INFOCIELO) - Luego de que se acordara con el gremio municipal que la ordenanza de emergencia económica se votaría el próximo martes 26, esta mañana el gobierno municipal eligió avanzar con la sesión de una forma imprevista y sin respetar lo pactado.
Por esto el sindicato municipal decretó un paro y movilización que se dirigió hasta el edificio gubernamental ubicado en calle Montevideo y calle 8, que ya se encontraba vallado y rodeado de la policía local.
Sin embargo, a los pocos minutos arribaron al lugar varios camiones con miembros de Infantería. Tras el insistente pedido de ingresar al recinto, la Infantería procedió a tirar gas pimienta, lo que avivó una respuesta de piedrazos que salieron desde el fondo de la columna.
Allí resultaron heridos el concejal electo Santiago Rodríguez (Unidad Ciudadana) y el ex funcionario Santiago Delia, quien denunció haber recibido un piedrazo de la propia infantería.
La sesión se suspendió tras los disturbios, pero con el costo de varios gaseados y heridos que tuvieron que ser asistidos por la asistencia médica del municipio.
“El intendente Nedela intenta impulsar la emergencia económica en el distrito, lo que implicaría, la caducidad de acuerdos preestablecidos con nuestro sindicato y la libre disponibilidad para reasignar tareas y regímenes horarios de los trabajadores”, dijo para INFOCIELO, el Secretario Adjunto del Sindicato municipal, Claudio Hiser.
Desde el sindicato explican que de aprobarse esta iniciativa del ejecutivo local, se estarían “vulnerando, clara y taxativamente, nuestros derechos e implicaría un enorme retroceso en cada una de las históricas conquistas que los trabajadores municipales de Berisso, hemos conseguidos”.
Por su parte, el ex funcionario de Deportes, Santiago Delia explicó para este medio que “al igual que el 11 de diciembre, cuando no nos dejaron entrar durante la asunción de los concejales, esta vez la Infantería reprimió a los que estábamos reclamando entrar al recinto”.
Delia denunció que la propia presidenta del Concejo Deliberante, Ana Lara, ninguneó los hechos argumentando que la represión se había dado porque se “estaban portando mal”.
Los presentes allí explicaron que la ordenanza afecta a la contratación de nuevos trabajadores municipales, ya que “congela” el ingreso de personal hasta 2019, además de “recortar horas extras”.
La ordenanza –aseguraron desde el municipio- tendrá que ser aprobada con el consenso del sindicato municipal, que antes los hechos de hoy se muestran en permanente alerta.
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