(Infobae) - El Gobierno no quiere que se vuelvan a repetir en lo que resta del año escenas de violencia en las calles o intentos de saqueos como el de Luján. Para lograr su objetivo, dispuso un operativo de seguridad especial en el Conurbano y en el interior de la provincia de Buenos Aires.
El ministro de seguridad del gobierno de María Eugenia Vidal, Cristian Ritondo, dispuso un refuerzo de 1700 efectivos policiales a las tareas habituales que desarrolla la fuerza. Según explicaron fuentes oficiales, el objetivo del dispositivo extraordinario de seguridad es "garantizar el orden, asegurar el óptimo desarrollo de las fiestas de fin de año y dar respuesta inmediata a cualquier situación conflictiva".
Los 1700 policías que saldrán a la calle complementarán el trabajo diario que realizan las policías bonaerense y municipales en cada una de sus jurisdicciones.
El esquema especial de fin de año incluye operaciones preventivas en el Conurbano, la Costa Atlántica y en centros urbanos del interior provincial. Habrá mayor presencia policial en el sur y en el oeste del Gran Buenos Aires y en la ciudad de La Plata.
Los oficiales de este refuerzo en seguridad realizarán tareas de vigilancia en los principales centros comerciales de cada localidad con el objetivo de prevenir delitos, faltas e incidentes. Para ello, se implementarán operativos de saturación, operativos de control en la vía pública, planeamientos antidisturbios.
En los procedimientos participará personal de cada una de las Jefaturas Departamentales de la zona, el cuerpo de Infantería y caballería y oficiales de la Superintendencia de Seguridad Vial; además de otras reparticiones policiales.
El Ministerio de Seguridad nacional se comprometió además a reforzar la presencia de fuerzas federales en los distritos más calientes del Conurbano.
Son alrededor de 5 mil efectivos que se distribuirán por turnos. El objetivo principal es evitar saqueos.
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