SOCIEDAD / CLAYPOLE
(TN) - Dylan Uriel Marchionif entró a la guardia del Hospital Eduardo Oller de Solano muerto. Tenía signos de haber sido maniatado con precintos, varios huesos fracturados y hasta lo habían quemado con agua hirviendo. Su mamá y su padrastro fueron detenidos acusados de haberlo matado porque "no hacía caso". Tenía 6 años.
Ante la insistencia de las preguntas, en un principio la pareja sospechosa pretendió desvincularse del hecho y declaró que el lunes a la madrugada alguien había golpeado la puerta de su casa en la localidad bonaerense de Claypole y cuando abrieron encontraron a su hijo en el piso, muy lastimado y con el documento de identidad entre las piernas.
Dijeron, además, que el chico no vivía actualmente con ellos sino con unos tíos de la familia paterna.
Los testimonios que surgieron en la investigación derribaron su coartada en poco tiempo y afirmaron, en cambio, que el nene era víctima de la violencia física y psicológica a la que lo sometía su madre y el novio de ella porque, supuestamente, era muy desobediente.
La causa recayó en el fiscal de Quilmes Jorge Saizar, quien ordenó la inmediata detención de la pareja y un allanamiento en la casa donde vivían.
En el lugar secuestraron ropa manchada con sangre, que sería del menor asesinado.
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