Manifestaciones en apoyo a Salvador Nasralla, 3/12. REUTERS/Henry Romero |
Honduras está atravesando su peor crisis política desde hace años. Tras las elecciones presidenciales del domingo 26/11, el país amaneció con 2 autoproclamados vencedores de las elecciones: por un lado el actual mandatario, Juan Orlando Hernández, del Partido Nacional, y por el otro, su principal opositor, Salvador Nasralla, de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, coordinada por el expresidente, Manuel Zelaya -quien fue derrocado en golpe de Estado el 28/6/2009-.
Recién 10 horas después del cierre de las urnas, el lunes 27/11 y con el 57% de las mesas escrutadas, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de ese país, presentó los primeros datos oficiales, que mostraron al candidato de izquierda imponiéndose sobre el oficialista por 5 puntos (45,17% contra 40,21%).
Nasralla se declaró ganador, pero la diferencia se fue acortando a medida que llegaban los votos de zonas rurales. En la noche de ese lunes, un apagón informático de varias horas volteó completamente los primeros resultados, explica el diario El País.
Cuando el sistema pudo reestablecerse, era Hernández quien aventajaba por 1 punto al popular Nasralla, quien acusa a su contrincante de haber "manipulado las actas de votación".
El anuncio de que Hernández había superado a Nasralla fue recibido con escepticismo. Según el periodista salvadoreño, Carlos Dada: "Hay sólo 2 posibilidades: o el TSE es de una incompetencia olímpica o está cometiendo fraude", dijo al portal The Intercept.
Los hechos provocaron un caos en las calles y el viernes 1/12, Hernández impuso el Estado de excepción en el país, restringiendo las garantías de libre circulación entre las 6 de la tarde y las 6 de la mañana.
Las protestas en las calles, los choques entre la policía y militantes opositores en la capital Tegucigalpa y otras ciudades, causaron al menos 7 muertos y 20 heridos, explica la agencia de noticias, Ansa Latina.
Ante presiones de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE), el TSE ofreció un conteo especial antes de proclamar los resultados definitivos.
El escrutinio especial estuvo destinado a 1.006 actas electorales, sometidas a un conteo, uno por uno, de los votos. Nasralla, sin embargo, insiste en que son más de 5.000 papeletas las que tienen irregularidades y que deberían volver a contarse todos los votos recibidos desde la noche del lunes 27/11.
En Honduras no hay balotaje: gana quien tenga más votos. El recuento especial de votos tuvo que ser pospuesto, dado que la oposición se negó a participar en señal de protesta. Finalmente inició el domingo y se llevó a cabo sin la presencia de los observadores del Partido Nacional (que decidieron no estar para que no se los acuse de 'influir' en el proceso de conteo) y de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, pero sí de los observadores de la OEA y la UE, así como miembros de la sociedad civil.
Tras la revisión, finalizado el escrutinio de actas especiales, el resultado dejó como ganador a Hernández sobre Nasralla, por el 42,98% sobre 41,39%, según el diario El Heraldo.
"El presidente del TSE, David Matamoros, dio por concluido el escrutinio especial de manera simbólica a las 5.00 hora local (las 8.00 en la Argentina), cuando restaban menos de 20 actas para computar sobre un total de 18.128 y tras una jornada de 14 horas que comenzó ayer", explica el diario Los Andes.
"Sobre la revisión de 5.179 mesas que exige la Alianza de Oposición, en las que según Nasralla está el 'fraude' en su contra que 'se fraguó en el Tribunal Electoral', Matamoros indicó que siguen dialogando para buscar una respuesta a su demanda", agrega Los Andes.
"Ellos plantearon una revisión del acta física contra la copia que ellos tienen, no estamos cerrando ninguna puerta, sólo el escrutinio de lo que tenemos hasta este momento", enfatizó Matamoros.
Subrayó además que los resultados registrados no son una declaración oficial de nuevo presidente electo de Honduras y que todavía restan varias mesas por escrutar para la fórmula de diputados y alcaldías municipales, en las que también se impone el Partido Nacional.
Cuando se le consultó si Hernández podía ser declarado Presidente con estos resultados, Matamoros respondió: "No puedo declarar un ganador, sólo puedo dar a conocer los números que están allí", según El Heraldo.
El diario explica que a partir de ahora se abre el tiempo de impugnaciones antes de que el TSE prepare su declaratoria oficial y sea publicada en un plazo de 20 días en el diario oficial La Gaceta.
"La ley señala que las impugnaciones deben realizarse diez días después de las votaciones, el plazo vence el próximo miércoles", dijo Matamoros.
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