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| El documento estaba firmado por el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, imputado por encubrimiento. /Foto:Publimetro.cl |
(U24) - La Iglesia Católica Apostólica Romana de Chile vive una profunda crisis por la catarata de denuncias de abusos sexuales contra miembros del clero. La Justicia chilena tiene abiertas 126 causas por abusos sexuales contra menores cometidos por religiosos, apunta el diario El País.
El Vaticano, por otro lado, decidió emprender una limpieza histórica. En mayo, Francisco convocó a la Conferencia Episcopal chilena al Vaticano, tras haber estado de visita en el país -y haber primero puesto en duda la veracidad de las acusaciones pero luego encargado una investigación-.
Allí, los 34 obispos presentaron su renuncia. Hasta ahora, el Papa ha aceptado 7 dimisiones y ha decidido expulsar del sacerdocio por delitos sexuales a 2 conocidos religiosos, Cristián Precht y Fernando Karadima.
En medio de esta profunda crisis, el arzobispado de Santiago de Chile publicó el jueves -1 día antes de que Francisco decidiera expulsar a Karadima del sacerdocio- una guía de consignas para evitar los abusos.
Una suerte de manual llamado 'Orientaciones que fomentan el buen trato y la sana convivencia pastoral', desató el escándalo porque recomendaba a los curas, entre otras cosas, no besar en la boca, dar palmadas en los glúteos o tocar los genitales de los menores.
El documento estaba firmado por el cardenal arzobispo Ricardo Ezzati, imputado por encubrimiento de abusos. El fin de semana fue eliminado. Estas consignas formaban parte del apartado "Muestras de afecto", dentro del texto de 9 páginas.
"Si bien dentro de nuestra misión está la de mostrar el amor del Padre y fomentar el encuentro con Cristo, existen algunas formas inapropiadas de expresar el afecto y la cercanía, las cuales deben ser evitadas", señalaba.
Entre las recomendaciones, estaban evitar dar "abrazos demasiado apretados", "palmadas en los glúteos, tocar el área de los genitales o el pecho"; "recostarse o dormir junto a niños, niñas o adolescentes", "dar masajes", "luchar o realizar juegos que implican tocarse de manera inapropiada", junto con "abrazar por detrás", "besar en la boca a los niños, niñas adolescentes o personas vulnerables" o "utilizar el tacto solamente según lo apropiado o según lo permitido por la cultura local".
Otro de los apartados del manual enumera "las conductas que pueden ser malinterpretadas y que, por lo tanto, hay que evitar". Los sacerdotes, apunta, no deben "violar la privacidad, mirando o sacando fotos, mientras los niños, niñas, adolescentes o personas vulnerables estén desnudos, se visten o se duchan" o "usar lenguaje inapropiado y soez".
"Cualquier material sexualmente explícito o pornográfico es absolutamente inadmisible", agrega el documento. Las víctimas respondieron con indignación a la trascendencia del documento.
"Demuestra claramente que la Iglesia no entiende nada de esta tragedia. Es indignante”, señaló Jaime Concha, médico de 55 años, que entre los 10 y los 17 sufrió abusos por parte de religiosos en su colegio de la congregación marista, según el diario El País.
"No son muestras de cariño, sino delitos contra niños, niñas y adolescentes. Es lo que nos hicieron a nosotros cuando nos atacaron sexualmente".
Por otra parte, la Defensora de la Niñez chilena, Patricia Muñoz, dijo estar en "estado de shock" tras haber leído el documento. "Hay una falta de comprensión brutal", aseguró, según el diario El Mundo.
"Hemos cometido un error y lo vamos a reparar", dijo el obispo auxiliar de Santiago, monseñor Cristián Roncagliolo, tras desatarse la polémica por el documento.
"Nosotros hemos pedido perdón. Ahí hay errores, quizás parte de nuestro error es que nosotros quisimos traer cosas de otras culturas. Estamos reparándolo, a breve plazo vamos a poder ponerlo en conocimiento de la opinión pública", apunta la página del arzobispado.
En otro orden de cosas, el próximo 13/10, el Papa Francisco recibirá el Presidente chileno, Sebastián Piñera,en el marco de su gira por Europa, informa el diario La Tercera.
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