En el contexto de un partido parejo, el equipo de Benítez sumó una nueva derrota y ya acumula más de 40 días sin poder ganar. Esta vez, como sucedió contra Independiente, fue perjudicado por el árbitro del partido, quien sancionó un dudoso penal sobre el final del primer tiempo que condicionó el desarrollo del encuentro.
Fernando Espinoza, el mismo juez que le había sancionado un penal controvertido a Santiago Silva en el partido entre Gimnasia y Rosario Central en La Plata, ahora favoreció al Cuervo de Marcelo Tinelli, cuando Braña tomó contacto con Gaich luego de que el delantero había dejado a dos rivales del Pincha en el camino en los últimos minutos de la primera mitad.
En una primera instancia la sanción arrojó muchas dudas, pero al repetirse la acción (en la Copa Argentina no se aplica el VAR), pudo observarse que se trató de un contacto del volante, pero que podría interpretarse como una simple acción de juego.
Ya en el complemento, el equipo volvió a recuperar la iniciativa en el juego que había mostrado en gran parte del inicio: buscó por abajo y por arriba, y logró recuperar la memoria que lo llevó a ganar los partidos contra Gremio y Boca en la cancha de Quilmes con jugadas preparadas.
Tanto fue así que Sánchez ganó en la altura luego de un tiro libre de Zuqui, poniéndole un manto de suspenso al resultado.
Ingresó Belluschi e inclinó la balanza
En la parte final del partido, cuando Estudiantes se resistía a los penales, Fernando Belluschi tuvo dos intervenciones magistrales que terminaron de inclinar la balanza y tiraron por la borda todo el esfuerzo que había hecho el Pincha para cambiar el curso del partido.
Primero asistió en profundidad a Reniero, quien le ganó las espaldas a Sánchez y definió al primer palo del arquero. Y minutos más tarde, presionando para recuperar la pelota en la jugada que terminó con una asistencia a Gaich, el joven delantero que sacó fácilmente de encima a Campi y definió en el mismo palo que Andújar había recibido el gol unos minutos antes.
Golpeado y sin reacción,. para Estudiantes fue demasiado luchar contra el orgullo herido de San Lorenzo, el árbitro Espinoza y sus propios errores y se quedó afuera de otra Copa. (Fuente: diario Hoy.
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