sábado, 27 de julio de 2019

LA CASA DEL HORROR: UNA CABEZA EN LA PILETA Y UN CUERPO EN LA TERRAZA FRENTE AL PARQUE DE LA COSTA

POLICIALES / NOTICIAS 



(www.911.com) - La vista panorámica que ofrece la vuelta al mundo, una de las principales atracciones del Parque de la Costa, es inmejorable. Desde el punto más alto se puede ver con claridad uno de los brazos del río Luján, las canoas coloridas que navegan todo el tiempo y las clásicas lanchas colectivas interisleñas, el principal medio de transporte del Delta de Tigre. Allá arriba todo parece paz, alegría y felicidad. 


Sin embargo, a unos escasos metros –justo del otro lado del canal– dos hombres fueron hallados asesinados de manera cruel y salvaje en el interior de una casa. Los cuerpos aparecieron con varios meses de diferencia.

Según publica perfil.com, en febrero pasado, personal de la Policía de Islas –que depende de la Bonaerense– encontró el cadáver de César Raúl Quiroga, un hombre de 55 años al que las fuentes consultadas vinculan con una organización narco y con la venta de objetos robados. Lo ejecutaron de un tiro en la cabeza, una de las pocas certezas que presenta este asesinato.

Voceros policiales señalaron que el cuerpo estaba en la terraza de su propiedad, ubicada en el río Luján y el arroyo Gambado, a unos pocos metros del Club de Regatas de la Marina, boca abajo y sobre un enorme charco de sangre. En la pileta había otro cadáver, pero en ese momento nadie se dio cuenta.

En base a los datos aportados por los lugareños los investigadores llegaron a la conclusión de que la víctima mantenía una tensa relación con dos vecinos, quienes fueron demorados por su presunta relación con el asesinato. Uno de ellos fue imputado por el homicidio.

Varias versiones coinciden en que el dueño de la casa habría estado involucrado en negocios non sanctos. Lo acusan de comercializar objetos robados, pero a la vez lo relacionan con un grupo narco.

En uno de los domicilios allanados en el marco de esta investigación secuestraron 104 plantines de marihuana, un revólver 38, municiones del mismo calibre y documentación de importancia para la causa.

Por la violencia y la información obtenida hasta el momento, los detectives sospechan que Quiroga podría haber sido ajusticiado en el marco de una venganza mafiosa.

El jueves 4 de julio pasado la causa judicial se reactivó. Es que ese día, a las 4 de la tarde, una patrulla costera de Prefectura Naval amarró el Guardacostas en el muelle. Los prefectos –según el reporte oficial– pisaron tierra cuando percibieron un fuerte olor nauseabundo. Antes habían notado que los perros estaban descontrolados.

Macabro. En la pileta de la misma casa donde fue asesinado Quiroga, abandonada tras la muerte del dueño, descubrieron un cuerpo en avanzado estado de descomposición. No sabían si se trataba de un hombre o de una mujer. Lo que sí llegaron a advertir es que le faltaba la cabeza. Como la isla no es jurisdicción de la fuerza federal pasaron la novedad al destacamento Río Capitán, dependiente de la Dirección de Seguridad de Islas del Ministerio de Seguridad de Buenos Aires.

El escueto parte policial detalla que el cadáver “se encontraba en total estado de descomposición y completamente degradado”. En esas condiciones fue trasladado a la morgue judicial para la realización de la operación de autopsia. Pocos días después, y por pedido de los investigadores, bomberos de Tigre vaciaron la pileta en busca de algún indicio. Lo peor estaba por llegar.

Cuando terminaban el trabajo descubrieron un bulto envuelto en una red llena de piedras y escombros: era una cabeza humana. El informe preliminar forense determinó que se trataba de un hombre y que presentaba un fuerte golpe en la cabeza. Además estimó la muerte en unos 15 meses antes del hallazgo, cuando el dueño de casa todavía vivía.

Pese a que pasaron más de veinte días de la aparición del cuerpo, los investigadores no pudieron determinar su identidad. Para la Justicia es un NN y por esa razón todavía continúa en la morgue judicial.

“Estamos en período de identificación porque la data de la muerte es de hace 15 meses seguramente”, señala el fiscal Mariano Magaz, a cargo de la investigación. “Por el momento –explica– la única posibilidad de reconocimiento es mediante un cotejo de ADN, y para ello estamos chequeando con las fiscalías y la policía los pedidos de paradero que hay en la provincia”.

El hallazgo del segundo cuerpo disparó nuevas teorías y sumó más interrogantes a un crimen que parecía resuelto. ¿Quiroga mató a este hombre y lo ocultó en su propia pileta? ¿Por qué no lo arrojó en el río Luján? ¿A él lo mataron para vengar esta muerte? ¿ O un mismo asesino los mató a los dos?

Como faltan testigos y pericias claves, todas las hipótesis de trabajo entran en el terreno de las especulaciones. Mientras tanto la vuelta al mundo sigue girando.

DOS TEORÍAS SOBRE UN CASO

La hipótesis sobre cómo murió el hombre cuya cabeza fue hallada en el fondo de una pileta todavía no se sabe, porque restan los estudios complementarios a la operación de autopsia. La sospecha inicial indicaba que la víctima había sido decapitada porque la cabeza estaba envuelta en una red con piedras y escombros.

Sin embargo, el informe preliminar forense reveló que el cuerpo permaneció varios meses bajo el agua. “Todo guardaría relación con que el cuerpo fue sumergido. Lo de la cabeza pareciera ser un proceso lógico de la descomposición, pero eso recién lo vamos a saber con el informe pericial completo porque esto escapa de lo común”, destacó el fiscal Mariano Magaz.

¿Cómo lo mataron? “El informe de autopsia no pudo determinar la causa de muerte por el tiempo de sumersión que pasó esta persona. Si bien tenía un golpe en la cabeza, se están haciendo estudios complementarios para saber la verdadera causa de la muerte, si es esa, ahogamiento u otro motivo que se pueda determinar”, amplió el funcionario judicial

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