Hernán Reibel Maier
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Camporista de la línea ortodoxa, Hernán Reibel Maier, fue designado, a pedido de Máximo Kirchner, nada más y tampoco menos que subsecretario de Comunicación Pública.
No es un cargo menor: él asigna el presupuesto para publicidad y propaganda de la Presidencia de la Nación. Pero también tiene influencia sobre el área de su colega, Gustavo Russo, subsecretario de Comunicación y Contenidos de Difusión, bajo la indulgente mirada de Alfredo Scoccimarro, secretario de Comunicación Pública y vocero 'ad hoc' de Cristina Fernández de Kirchner, quien así consigue su objetivo de largo plazo: no firmar ni los vales de confitería.
Reibel llegó al Paraíso junto a Néstor Horacio Toribio, quien lo reemplazó en la repartición de pomposo título: Dirección General de Coordinación Institucional de Comunicación Pública. Aquel cambio tuvo un único perdedor: Andrés Larroque, quien tenía a Rodrigo Rodríguez, quien de subsecretario de Comunicación Pública, salió eyectado hacia un premio consuelo, en jurisdicción de Alicia Kirchner.
Reibel tiene chica, que se autotitula: "Ni hippie, ni hippie chic. Pero sé hacer macramé." (¿?)
Ella se llama Desireé Cano, y había que buscarle laburo. Dicen que en breve agrandarán la familia. Ella llegó, entonces, a Indalo Media, como integrante de una mesa de producción que debería unificar la línea editorial.
En argentino básico, 'comisaria política'. Ahora sí que la línea Reibel-Indalo se encuentra fortalecida. No la línea Maginot. Una defensa de verdad. Ya verán los que se desacaten...
Pero ya ocurrió el primer conflicto: el alud de barro y piedras que afectó la base del cerro Catedral, en San Carlos de Bariloche, provocado por 5 días de intensas precipitaciones y fuertes ráfagas de viento.
La Gerencia de Noticias ordenó cubrir la noticia importante, resultado de una catástrofe provocada por la Naturaleza, nada que ver con la política.
Pero Desireé tiene sus propios criterios editoriales: era una 'operación' de Clarín magnificar el evento desgraciado. Y si Desireé es Reibel... hay que acatar, esa es la orden.
Pero la Gerencia de Noticias cuestionó el pueril análisis informativo de Desireé, que parecía salido de otro análisis enfermizo que se conoció en el pasado: "¿Estássssh nervioshoo Clarín?".
Obvio que ardió Troya. Y no sólo Troya. Se quemó el estrecho de los Dardanelos, el mar Negro, isla de Ténedos incluida. El asunto se cerró con una decisión para nada diplomática: "Aquí se dice lo que manda Desireé que para eso fue designada por el jefe" (¿el jefe quién es?).
Pero el tema ya había llegado a varias redacciones, incluyendo la de Clarín. Ahora viene un problema enorme: la recontratación de Oscar González Oro para Radio 10, un pedido de Daniel Scioli, quien no es Reibel.
¿Y qué pasará ahora en Indalo Media, que regresa González Oro, cuando 'la línea' la baja Desireé? Nadie lo sabe.
Ella se habría limitado a un críptico "al Negro déjenmelo a mi". Mutis por el foro.
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