CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). La organización militante La Cámpora se suma este miércoles a la convocatoria para marchar contra la violencia de género y el femicidio bajo la consigna #NiUnaMenos.
La agrupación ultracristinista reúne a sus leales en sus unidades básicas desde donde partirán hacia el Congreso. Es un comentario que ganó terreno en las redes sociales que el Gobierno Nacional intenta apropiarse de la movilización.
Habrá que ver si La Cámpora resiste la tentación de llevar sus banderas alusivas al "proyecto" más allá de que los organizadores del evento pidieron dejar afuera toda consigna político-partidaria. De todas formas, resulta curioso el interés de La Cámpora de protagonizar esta marcha cuando su cúpula ha mostrado recurrentemente signos de tolerancia hacia la violencia de género, a pesar de rendir pleitesía a una mujer, como lo es la presidente Cristina Fernández.
En su libro 'La Campora. Historia Secreta de los Herederos de Néstor y Cristina Kirchner (Sudamericana, 2012) la periodista Laura Di Marco remarca que en la conducción de la agrupación el sexo femenino ocupa un lugar relegado y que sólo se destacaba una sola mujer, quien a su vez era pareja de uno de los popes camporistas: Mayra Mendoza.
No obstante, se puede agregar que recién ahora -varios años después de aquella publicación- otra mujer comienza a destacarse en la organización: la mendocina Anabel Fernández Sagasti, quien tomó notoriedad por encabezar la avanzada oficialista contra el juez Carlos Fayt en el Congreso.
Ese avance, sin embargo, choca con algunos episodios que dejan muy mal parada a La Cámpora en el marco de la movilización de este miércoles. Algunos de ellos, a continuación:
1 - El "correctivo" de Cabandié El entonces legislador porteño Juan Cabandié tuvo un entredicho con una agente de tránsito de Lomas de Zamora que ante una infracción del dirigente camporista intentó retenerle el auto.
Cabandié agredió verbalmente a la funcionaria y pidió para ella un castigo, un "correctivo" que intentó gestionar con el intendente Martín Insaurralde. Tras el escándalo destapado por la difusión de una cámara oculta, Cabandié tuvo que pedir disculpas. ¿Hubiera tenido la misma actitud si se hubiese tratado de un agente masculino?
2- "Trola, trola" El caso se dio durante la jura de la diputada Victoria Donda en 2011. Desde uno de los palcos ocupados por la militancia camporista le gritaron a la legisladora de Libres del Sur "Olé, Olé, Olé, trola, trola".
La Cámpora luego dijo que en realidad el cántico era "Rodra, Rodra", por otro militante que mantuvo una relación con Donda. Pero un video -publicado en el canal oficial de YouTube de la agrupación- confirma que también cantaron otra cosa (minuto 0:30).
3- "Matar una puta" Laura Elías es la exmujer de José Ottavis, dirigente de La Cámpora y vicepresidente de la Cámara de Diputados bonaerense, además de la madre de su hijo. Ha denunciado a su expareja por violencia de género.
Ella contó que no puede tener conversaciones telefónicas con Ottavis porque "las agresiones verbales son constantes". También denunció que Ottavis fue el autor de una pintada con la siguiente leyenda: "Matar una puta y una hormiga sale nada. Cerrá la boca".
4- "Callate atorranta" Andrés 'Cuervo' Larroque es el secretario general de La Cámpora y tiene varios antecedentes violentos en su haber político, como las agresiones a un periodista de la TV Pública o la represión sobre aborígenes Qom en plena avenida 9 de Julio.
Pero si se trata de violencia de género, se lleva la medalla el insulto que le propinó a la diputada del PRO Laura Alonso en pleno debate en comisión por el memorándum con Irán PR el caso AMIA en la Cámara Baja cuando ésta intentaba defender a su colega macrista Sergio Bergman.
"Callate atorranta", le grito el diputado del FpV, lo que el canciller Héctor Timerman habría encontrado muy simpático.
5- Silencio La agresión Larroque contra Alonso continuó luego en el recinto. La diputada le dio al dirigente camporista la oportunidad de disculparse. Sólo encontró reproches por parte de la bancada oficialista que amparó el silencio del mismo Larroque.
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