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| Foto: AP |
Los conducidos por Humberto Grondona no lograron superar a Austria y empataron 0 a 0 en su último encuentro del grupo del Mundial Sub 20 que se disputa en Nueva Zelanda.
El equipo albiceleste necesitaba hoy un triunfo para meterse en la siguiente ronda sin depender de extraños, pero no pudo llegar al gol a pesar de que lo buscó constantemente y tuvo muchas oportunidades que no supo concretar.
Sin triunfos, la única posibilidad que tenía la Selección era que Nueva Zelanda y Myanmar, y Senegal y Qatar, terminaran empatados. Pero eso no sucedió.
El primer encuentro terminó con una goleada del equipo local por 5 a 1. Después de la igualdad ante Austria, los juveniles quedaron atados a otros resultados para esperar que tallara la diferencia de gol, y que el equipo nacional pudiera clasificarse como mejor tercero.
Esperaba que otros equipos pudieran darle lo que no consiguió por méritos propios. El conjunto de Grondona tuvo dos jugadas claras en el comienzo del encuentro ante Australia de la mano de Grubeck, pero falló en la definición y perdió la oportunidad de abrir el marcador.
El equipo fue a la carga con Simeone, Tripicho y Correa como comandantes del ataque. La necesidad y la ambición de encontrar un resultado lo volvieron un equipo desordenado e impreciso. Los intentos fueron en vano.
El tiempo se agotó y los juveniles nunca pudieron marcar la diferencia. En el segundo tiempo, todo fue de Argentina. Romero Gamarra y Correa tuvieron posibilidades claras pero no lograron quebrar el cero.
La desesperación invadió las caras de los chicos que, sin haber podido ganar en la fase de grupos, comenzaban a despedirse del Mundial. Los europeos se refugiaron en el fondo y trataron de mantener el empate ante un rival que mostraba superioridad.
Se acomodaron con dos líneas de cinco bien definidas y trataron de jugar lejos de su arco. Pero el tiempo corrió y el encuentro se diluyó sin modificaciones en el marcador. El milagro nunca llegó y Argentina quedó eliminada en la zona de grupos.
La Selección Sub 20 quedó en el camino en la fase de grupos, hecho que no ocurría desde 1991. Todo indica que la eliminación culminó con un ciclo que no se asemejó a ninguno de los que supo conducir José Pekerman.
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