SCIOLI / MACRI |
por RAÚL ACOSTA
ROSARIO. Este domingo se vota. Y es la primera vez, desde la reforma de la Constitución de 1994, que el ballotage se efectiviza. En un caso, cuando daban los porcentajes, Menem 25, Kirchner 23, Rodríguez Saá 12, no se dio porque Menem renunció a la posibilidad del balotaje y quedó consagrado el segundo en cantidad de votos, que era Néstor Kirchner.
En aquella Constitución del 94 hubo varias trampas de difícil solución. Una trampa, a la que los candidatos de este domingo aluden tramposamente, es los fondos coparticipables, de qué manera se resuelven estos porcentajes y cómo se los puede cambiar.
Eso es una trampa como el cuento de la buena pipa: “Se tienen que reunir los Congresos provinciales y resolver mandato para que después…, etcétera, etcétera”.
Imposible reacomodar si no es por medio de un plebiscito o de una nueva reforma de La Constitución. Tal como está, los candidatos mienten cuando hablan de cambios en la coparticipación.
Pueden respetar los porcentajes, que este gobierno no los respetó, pero el mecanismo de atribución de porcentajes a cada provincia, de la masa coparticipable, esto es, que le toca a cada territorio… eso no se toca.
Otra cuestión, que fue tramposa en la Constitución del 94, fue balotaje con los dos candidatos más votados y esa es la fórmula natural. En la República Argentina, los dos candidatos más votados, siempre y cuando el primero no pase una cifra y el segundo no alcance otra cifra, y en ningún caso es el 50.
Con el 45 queda consagrado, o con el 40 contra 29, 11 puntos de diferencias, 41 contra 29, doce puntos de diferencias y Scioli quedaba consagrado.
A eso, precisamente apostaban en la última encuesta válida, que es la del 25 de octubre. El 25 de octubre, en la única encuesta válida, Scioli le ganó a Macri por 3 puntos y chirolas en el país, por 5 puntos en provincia de Buenos Aires.
Pero nosotros debemos reflexionar sobre que, siendo estos los dos candidatos más votados, en la opción A o B, del 22 de octubre, estas son las propuestas.
La opción A Macri.-Scioli; la opción B, Scioli-Macri.
¿Cuál es el elemento a mirar, no importa qué bandera?
¿De qué cociente intelectual estamos hablando con el compañero Scioli y con el compañero Macri?
¿De qué cociente intelectual?
¿De qué grado de conocimiento, de instrucción?
¿De qué grado de profesiónalidad?
¿De qué ejercicio de la capacidad intelectual?
No nos preguntemos demasiado.
A lo que debemos llegar es a que, tanto Macri como Scioli, representan a aquellos que le pusieron el voto y lo convirtieron en su representante legítimo.
Estos dos, que son los representantes legítimos de la población activa en la República Argentina, ¿son valiosos en su desarrollo intelectual?, ¿son valiosos en su pensamiento? Recordemos que ellos representan a quienes los votaron.
¿Hay, entonces, o no hay una degradación en los candidatos que se corresponde con el mandato recibido?
¿De qué estoy hablando?
Raúl Ricardo Alfonsín tenía un desarrollo intelectual; Ítalo Argentino Luder tenía otro desarrollo intelectual. De eso estamos hablando.
¿Estamos en ese punto? No es necesario que usted me conteste. Simplemente con que usted piense que cada uno de los candidatos lo son por quienes los votaron, representan eso, a sus votantes, a la Argentina. Ya tienen mandato…
Redondeemos: el 35% votó a Scioli, el 35% votó a Macri. Esa es la masa que en Argentina votó a estos dos señores, de los cuales uno será el presidente de la República Argentina el 11 de diciembre.
Bien. ¿Qué representan intelectualmente hablando? ¿Alguno de ellos tiene escrito un libro sobre teoría política?, ¿Sobre Filosofía?, ¿Sobre Matemáticas? ¿Alguno tiene escrito algo? ¿Alguno puede hablar de corrido de un tema del que no esté preparado? ¿Son capaces de improvisar sobre la patria, la bandera? ¿Pueden hacer una composición sobre la vaca? Tema libre: la vaca. Quince minutos, hablá. ¿Alguien puede?
No podemos hacer otra cosa que entender que es cierto el latigazo.: vox populi, vox dei. Dios se expresa por la voz del pueblo. El pueblo expresa su mandato. Uno de los dos será el Presidente. No tienen una diferencia sustancial, más allá de los rasgos físicos, que sí son diferentes. No tienen una diferencia sustancial. Son hijos de empresarios argentinos que triunfaron. Son hijos de una clase media crecida.
Cada uno de ellos, en los '90, estaba plantado sobre sus huesos en la República Argentina, dueño de su futuro. Y han pasado, desde entonces, 25 años. Y en uno de ellos se resuelve la República Argentina por los próximos 4 años.
¿Hay diferencias? ¿Encuentra usted diferencias entre estos dos sujetos? No sé si con la regla de tres compuesta, o con los adverbios de modo, pero yo estoy seguro que con una de las dos cosas se reciben un aplazo.
Y sucederá. Uno será presidente con varias materias previas. Varias.
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