POLÍTICA / LA RIOJA
Los constantes reclamos de pobladores de Famatina lograron su propósito. Finalmente la minera salteña Midais se retirará del cauce del río Blanco –en el cordón del Famatina– donde proyectaba encarar un emprendimiento extractivo.
El gobernador electo de La Rioja, Sergio Casas, anunció que se desmantelará el emprendimiento de la compañía salteña. Para lograrlo, la mediación del obispo de la provincia, Marcelo Colombo, fue clave. Así lo reconocieron los propios asambleístas que, como forma de reclamo, cortan la ruta desde abril pasado, una metodología que mantendrán hasta que la empresa desmantele sus instalaciones.
"Esta firma se va a ir más allá de que su actividad no ha sido contaminante, pero buscamos los consensos necesarios con los pobladores", indicó Casas.
Es la cuarta vez que esta comunidad consigue frenar un proyecto de explotación minera a cielo abierto. Ya lo había hecho con las multinacionales Barrick Gold, Osisko y Shandong Gold.
Cuando este año la administración del actual gobernador, Luis Beder Herrera -Casas es su vicegobernador-, autorizó a Midais -sin experiencia en el sector- a explotar oro en la localidad de Angulos, al lado del río Blanco, los asambleístas retomaron las protestas.
Para calmar los ánimos, los funcionarios plantearon que en la explotación se usaría un método de "minería aurífera en río seco", sin usar sustancias químicas, agua ni explosivos.
Paulo D'Alessandro, miembro de la asamblea, insistió en que la resistencia al proyecto no se vincula a la metodología de la explotación.
"Nos sentimos dueños de los minerales y el agua, y rechazamos que otros los usufructúen. Donde hay oro y plata hay minerales pesados que terminarán en el agua", señaló.
Ayer, el obispo Colombo confirmó a la comunidad que la empresa iba a desmantelar sus instalaciones. La asambleísta Carolina Suffich informó al diario porteño 'La Nación' que el corte de ruta continuará "hasta que veamos cómo Midais se retira".
Colombo, designado por el papa Francisco hace dos años en La Rioja, es un defensor del medio ambiente. Los asambleístas recurrieron a él después de la represión sufrida a mediados de octubre pasado, en la que el diputado nacional radical Julio Martínez sufrió heridas de balas de goma.
Ese mismo día, el obispo manifestó su profundo dolor y preocupación. "La violencia en cualquiera de sus formas daña la comunidad política que constituimos y nos debilita como sociedad", dijo. En una reunión, los asambleístas le pidieron que, en pos de la paz social, intercediera ante el gobernador electo.
"(Midais) se irá más allá de que su actividad no fue contaminante. Apostamos al diálogo, la fraternidad y el consenso", anunció Casas después de un encuentro con el obispo.
Desde el arzobispado de La Rioja insistieron en "la necesidad del consenso social" para aquellas iniciativas que "pudieran afectar el ambiente y la salud de la población".
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