Los impulsores anunciaron que el 21 de junio se oficializará el torneo. Mientras terminan de ajustar los Estatutos e intentan convencer a los equipos 'rebeldes', ya hay un boceto de cómo se jugaría.
Todavía nada está definido, salvo la fecha de su lanzamiento oficial: el 21 de junio se hará la presentación formal de la tan comentada Superliga, el torneo que reemplazará a la actual Primera División y será controlado por los propios clubes, con la AFA simplemente como un socio externo.
A 20 días de que el controvertido proyecto conozca la luz, hay un boceto de cómo se implementaría la idea. El primer paso que deberán resolver es si la AFA finalmente se convierte en el marco del campeonato o si siguen tensando la cuerda, algo que podría traer múltiples complicaciones tanto a nivel local como internacional.
Lo que ya está claro es que cuatro de los cinco Grandes tomaron la decisión y cuentan con el apoyo de otros 16 clubes, según lo afirmó el propio Víctor Blanco, Presidente de Racing.
"Nosotros quisiéramos hacer la AFA dentro de la Superliga. Estamos armando los Estatutos y la idea es corregirlos con la participación de todos", informó Armando Pérez, pope de Belgrano.
Aunque nadie se anima a explicar con precisión qué pasaría si la AFA decide adoptar una postura rebelde con el campeonato a estrenar. Si bien hay 20 confirmados, la idea es que estas dos semanas que restan sirvan para convencer a los 10 clubes restantes de Primera para llegar al Día D con los 30 integrantes de la máxima categoría adentro.
Ojo, también deberán negociar con los 22 de la B Nacional, ya que la intención es que la Superliga nuclee también a la Segunda División.
Más allá de que el principal conflicto es económico, en lo deportivo el meollo de la cuestión está situado en cómo se llegará al mágico número de 40 clubes (20 en Primera y 20 en Segunda). "Van a descender de forma gradual cuatro y ascender dos. Descenderían por promedios, aunque es un tema para discutir", explicó Nicolás Russo, mandamás de Lanús.
Los promedios, en el frente de fuego constantemente. El objetivo es alcanzar a este ritmo el número final esperado de equipos participantes en 2020, algo similar a lo que se viene pensando para el campeonato dentro de la órbita de la AFA, quien con la Superliga activa se quedaría con las restantes categorías del ascenso, la Selección y un pequeño porcentaje del ingreso que consiga la Superliga.
Acorde a los movimientos realizados en el último tiempo, se jugará con el calendario europeo, con un torneo largo de agosto a junio con partidos de ida y vuelta. Todo esto teniendo en cuenta que el diagrama de las fechas lo realizará en su totalidad la Superliga, sin tener que consultarlo a la AFA.
Eso sí, todavía está en el debe la discusión para definir un proyecto a largo plazo que solucione la violencia en las canchas. "Debería haber una Policía especial para espectáculos deportivos, pero no hablamos de esto", reconoció el propio Pérez.
• EL NUEVO INGRESO ECONÓMICO
El gran argumento que utilizan como espada aquellos que defienden la Superliga es que al negociar ellos mismos los derechos, podrían triplicar los ingresos actuales. Saldrán a licitar tantos los derechos de los partidos de primera, como los internacionales y el streaming por Internet.
La intención será venderlos hasta el 2030, aunque teniendo en cuenta el vínculo con el Gobierno habrá que sostener la gratuidad hasta el 2019.
El reparto tendría un esquema similar a lo que sucede en España o Inglaterra, con el 85% del ingreso económico para los clubes.
El 50% de eso irá en partes iguales para todas las entidades y el otro 50% será por intermedio de un ranking que tendrá en cuenta títulos, socios, rating televisivo y la convocatoria en cada partido. Del otro 15% saldrá el porcentaje que irá a la AFA. (infobae.com)
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