lunes, 11 de julio de 2016

LA CARTA DE CARRIÓ, LAS TENSIONES INTERNAS DE CAMBIEMOS Y UNA BANCA EN EL SENADO

EL BONAERENSE / DENUNCIAS CONTRA LA BONAERENSE 

Carrió señala a Bressi pero el objetivo mayor parece ser
el ministro Cristian Ritondo


Carrió otra vez encaró con denuncias y sacudió la estantería de la alianza Cambiemos señalando al jefe de la Bonaerense, Pablo Bressi, como parte del narcotráfico. La denuncia llegaría a tocar el despacho de un alto funcionario. 


 En una carta redactada en su puño y letra, la líder de Coalición Cívica en realidad presionó a la gobernadora María Eugenia Vidal para que cumpliera su promesa de llevar la investigación más allá de la cúpula de mando de la policía en la provincia.

En su carta, Carrió afirma que “el dinero negro de la policía corre como antes pero no se sabe hasta dónde llega”. Aunque no lo menciona, los tiros de Carrió parecen apuntar al ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo.

 En el gobierno bonaerense aseguran que las denuncias de la diputada se investigarán, como cualquiera de las muchas que llegan a los despachos oficiales. Pero no dejó de llamar la atención la embestida que, además, incomoda al Ejecutivo.

 Esa incomodidad tiene como trasfondo una interna que de a poco va tomando más fuerza: sucede que Lilita quiere ser Senadora Nacional por la Provincia de Buenos Aires y en el PRO la balanza para ese puesto está inclinada hacia el intendente de Vicente López, y familiar directo del presidente Mauricio Macri, Jorge Macri.

 La percepción dentro de la Coalición Cívica es que el PRO intenta llevar a Carrió a una interna con Macri que le resultaría desventajosa, algo que la referente preferiría evitar.

Así las cosas, la denuncia de Carrió estaría relacionada a ciertas trabas que encuentra la referente para acceder al Senado por parte de sus aliados de Cambiemos.

 Carrió mira a Bressi, a Granados y al ex jefe de la fuerza, Hugo Matzkin. El intendente peronista de Ezeiza aparece, por estos tiempos, muy cercano a Cambiemos tejiendo acuerdos con sectores del PJ dispuestos a pasar al PRO.

 La denuncia, además, pone a Vidal en un brete. La primera reacción de la mandataria fue resistir la embestida de Carrió. Habló en buenos términos con la diputada, pero no cedió ante el pedido de renuncia a Bressi que roza a su ministro Ritondo.

 En el Ejecutivo provincial acaso huelan que acogerse sin chistar a los reclamos de Lilita pueda terminar con la carrera de algún otro de los actuales ministros de Vidal que supo estar en la mira impiadosa de la legisladora.

 Pero la de Carrio no es la única interna que crece con fuerza en Cambiemos a nivel provincial: la llegada del peronista Joaquín de la Torre, cuyo objetivo es coptar referentes justicialistas del conurbano para el 2017 inquieta a un radicalismo minoritario que empieza a quejarse.

 Así lo relata para el diario El Dia el periodista José Picón:

 "El ruido interno que generó Carrió con sus denuncias no fue el único que se produjo en Cambiemos. La llegada del intendente peronista Joaquín De la Torre al gabinete provincial terminó por profundizar el malestar del radicalismo.

 Vidal optó por la vieja opción de crear estructuras burocráticas para facilitar el ingreso del alcalde a su equipo y, de paso, conservar al único representante de la UCR dentro del gabinete con rango ministerial: desdobló el ministerio de la Producción y alumbró el de Ciencia y Tecnología.

 La llegada de De la Torre a Producción supone sumar a una figura del peronismo del Conurbano a Cambiemos, un territorio clave para la elección del año que viene. El todavía intendente tendrá la misión extra de que su figura no sea la única con ese perfil en el esquema de Vidal: deberá ir a pescar en las atribuladas aguas del peronismo.

 El radicalismo bonaerense ve a ese arribo con indisimulada inquietud. La cuestión excede la indiscutible pérdida de poder que sufrirá Elustondo. Es mucho más profunda y tiene que ver con que la UCR empieza a sentir el rigor del rol de socio minoritario en la alianza oficial que se empeña en asignarle el PRO.

 Para muestra basta un botón. Horas antes de que se concretara el anuncio del arribo de De la Torre, Vidal recibió a la conducción del radicalismo y al vicegobernador Daniel Salvador. No les dijo una palabra acerca de la decisión que adoptaría poco después. A los radicales los incomodan los movimientos políticos del Ejecutivo bonaerense en procura de atraer peronistas. “Somos una coalición, estas decisiones políticas hay que hablarlas”, decían ayer en la UCR.

 Hay dirigentes que están abriendo el paraguas ante decisiones que pudieran venir. El PRO, como se dijo, habla con Granados pero también empuja para traerse al ex cazatraidores de Néstor Kirchner, Mario Ishii, el intendente de José C. Paz, dos típicos exponentes del peronismo del Conurbano.

“Así es difícil conservar el perfil de Cambiemos de cara a la sociedad”, braman en los comités. Ese clima de tensión quizás sea el anticipo de una discusión que deberá saldarse en 2017: la integración de las listas de candidatos.

Los radicales, por lo pronto, avisaron que si los relegan están dispuestos ir a la interna contra los postulantes macristas. Acaso menos tensión genere el intento de Vidal por acercarse a Margarita Stolbizer.

En los próximos días aparecerán juntas en una actividad en La Matanza. La diputada aparece más cerca de Sergio Massa con quien podría compartir lista en las elecciones del año próximo, pero en el PRO no pierden las esperanzas de acercar a la dirigente de Morón, que aparece bien ponderada en las encuestas.

 “El problema es que Vidal la quiere sólo a Margarita. Y con Massa se avanzó en un acuerdo estructural”, dicen cerca de la legisladora".

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