Tras el hallazgo de un cartucho de escopeta en la casa que María Eugenia Vidal tiene en Castelar, se hicieron dos allanamientos en los domicilios de los policías que custodian la casa de la gobernadora.
Uno de los operativos se llevó a cabo en la zona céntrica de La Plata y el otro en Berisso.
Los investigadores secuestraon documentación y dos teléfonos celulares de los uniformados.
Ayer, los policías se habían ausentado durante una hora y diez minutos de la casa de la calle San Pedro de esa localidad del oeste del conurbano.
Ante la pregunta de qué habían hecho en ese lapso, dijeron que fueron hasta la seccional Castelar Norte a buscar un vale para cargar nafta, pasaron por una estación de servicio y después fueron a comprar empanadas.
La última amenaza es el más reciente de una serie de hechos intimidatorios: Vidal ya habìa recibido otros cuatro llamados en los que la amenazaban.
El primero de los llamados, hecho desde la Unidad Penitenciaria 9, era de un hombre que le decía que mañana le iban a explotar la Gobernación. Hubo otros dos que se hicieron de teléfonos celulares y un cuarto llamados que se está investigando en la fiscalía.
Más temprano, en una entrevista con la cadena CNN, Vidal había dicho que sabe "que cuando se enfrenta a mafias puede tener su costo".
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