El proyecto, elaborado por el Ministerio de Modernización del Gobierno porteño, fue defendido hoy por Ezequiel Rebruj, director general de Gestión de Inversiones y Mariano Orlando, director general de Planeamiento Urbano.
Los funcionarios remarcaron que "el proyecto se da en el marco del plan de mejora de la comuna 8" y que "la situación del Autódromo es deficitaria, porque hasta el 2008 albergó importantes competencias como la F1, pero luego comenzó a deteriorarse, porque no hubo grandes aportes del concesionario actual".
En concreto, propone un fideicomiso con privados por 30 años, periodo por el cual tendrían los derechos de uso, goce y explotación del inmueble de dominio público. Es decir que, a cambio de la puesta en valor, podrán edificar locales comerciales y gastronómicos (el proyecto habla de un bar y hasta una whiskería), un hotel, un auditorio, un museo temático, una escuela de pilotos, entre otras instalaciones para recaudar dinero. También implementarán concesionarias, talleres para "services", venta de accesorios y post-venta.
"Mediante el fideicomiso, la Ciudad aportará el predio y los privados, el capital. La idea es revalorizar el terreno, que hoy es de 180 dólares por metro cuadrado. Además, la parte deportiva la manejará siempre el GCBA, el ente fiduciario sería el Banco Ciudad y tendrá una auditoria externa", afirmaron los funcionarios de la cartera de Modernización, Innovación y Tecnología, a cargo de Andrés Freire.
También explicaron que "durante el primer año de concluido el proyecto se podrán realizar todas las competencias nacionales e internacionales, menos la F1".
Además, prevén una generación potencial de 3 mil puestos de trabajo, en cuanto a ejecución de obras privadas y 10 mil más en nuevas actividades comerciales y de exposición a radicar. También anticipan la incorporación de casi 50 mil m2 de parques públicos.
La concesión actual está en manos de Autódromo Ciudad de Buenos Aires S.A. (ACBA), cuyo gerente, Gustavo Ronchetti aseguró que "ACBA seguirá hasta 2017" y que "hay que hacer una inversión entre US$ 20 millones y US$ 30 millones y por 30 años".
Durante su gestión, el Autódromo sufrió riesgo de derrumbe en ciertas instalaciones, falta de protección en el tendido eléctrico, ausencia de luces de emergencia en las escaleras de las tribunas y otras tantas irregularidades que se detectaron en las inspecciones que, por ejemplo, dejaron sin habilitación al Super TC 2000 el año pasado.
La iniciativa cuenta con el apoyo del Automóvil Club Argentino (ACA), la Asociación de Corredores de Turismo Carretera (ACTC), la Federación Argentina de Motociclismo (FAM), la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA) y la Asociación de Concesionarias de Automotores (ACARA), entre otras instituciones del mundo automotor.
La ley requiere la aprobación de 40 de los 60 legisladores, por ser de doble lectura y con audiencia pública mediante. Este año el PRO lograría un acuerdo con la oposición, que estancó el proyecto el año pasado. El consenso sería con el bloque radical de Suma+, Confianza Pública, de Graciela Ocaña, Frente Renovador y parte del Frente Para la Victoria.
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