POLICIALES / CITY BELL
Una policía en actividad y su pareja dedicada a las finanzas quedaron bajo investigación como sospechosos de haber participado en el doble crimen del cirujano plástico Guillermo Luna y su esposa esteticista Laura Favre, cometido el lunes en la localidad platense de City Bell, informaron fuentes de la pesquisa.
Se trata de una pareja que tenía una estrecha relación con las víctimas, por lo que los investigadores peritaban la pistola calibre 9 milímetros reglamentaria de la mujer y buscaban al hombre que desapareció horas después del doble asesinato.
Las sospechas respecto a estas personas se robustece con la hipótesis de los peritos acerca de que en el hecho hubo dos tiradores y una pelea dentro de la camioneta del matrimonio asesinado y que cada uno de ellos se encargó de ejecutar a una de las víctimas, informaron fuentes de la investigación.
La teoría criminalística se basa en que el cirujano plástico fue asesinado de dos tiros con una pistola .45, mientras que su esposa esteticista recibió tres disparos, de los cuales sólo uno de calibre 9 milímetros logró ingresar por el cuello y causarle la muerte.
Las fuentes revelaron a Télam que si bien no se descarta ninguna hipótesis, la sospecha es que se trató de una venganza aunque aún no pueden determinar los motivos.
Por ello, efectivos de la Delegación de Investigaciones de La Plata y personal de la Policía Científica pidieron informes a una compañía de teléfono sobre las llamadas de Favre (42), ya que su celular fue hallado en la escena del crimen.
Además, intentan hallar rastros en una toalla con sangre que fue encontrada a unos 300 metros del lugar en el que asesinaron a Favre y a Luna (65) y en un par de guantes de latex que también encontraron en la zona.
Una fuente detalló a Télam que la autopsia de la mujer fue la primera en realizarse y duró ocho horas por la complejidad de las heridas que presentaba no sólo por los disparos sino también por los politraumatismos que sufrió cuando la camioneta terminó chocando postes y columnas.
La herida que causó la muerte de Favre fue el balazo calibre 9 milímetros que ingresó por el cuello, debajo de la oreja izquierda, con una leve trayectoria de abajo hacia arriba y de izquierda a derecha, cortó el paquete vascular y se incrustó en el maxilar inferior.
Pero además de ese tiro, las fuentes consultadas explicaron que la víctima presentaba otros dos disparos que no llegaron a penetrar en el cuerpo: uno en la parte posterior del cráneo, cerca de la nuca, y el otro en la espalda que lesionó la piel, no pudo atravesar el omóplato y cuyo proyectil cayó y luego fue hallado en el asiento donde estaba el cadáver.
Favre presentaba también traumatismos severos producto del choque, entre ellos una fractura expuesta de una de sus costillas que, en un principio, los policías que estuvieron en la escena del crimen creyeron que podía ser una puñalada.
“También le vimos a la mujer un golpe en la boca que no sabemos si es del accidente o si se lo dieron en el marco de la agresión, y un traumatismo en el cuero cabelludo que podría ser un culatazo”, dijo a Télam uno de los investigadores que accedió a los datos de la autopsia.
En tanto, el médico fue ejecutado de dos tiros con una pistola distinta a la que usaron con su esposa, una calibre .45 y ambos disparos los recibió por la espalda.
Uno de los tiros le entró por la espalda y le salió por el pecho y el segundo ingresó por la nuca, quedó alojado en el cráneo y ese plomo fue recuperado por los forenses.
Los peritos que hicieron la autopsia, los que procesaron la escena del crimen y los detectives del gabinete de homicidios de la DDI intentaban hoy determinar cuál fue la mecánica y la dinámica del doble crimen y el recorrido que realizó la camioneta con las víctimas luego de dejar a su hija en su casa de Gonnet.
La hipótesis más firme, que incluso ayer dejó trascender la propia fiscal platense Leyla Aguilar, es que los asesinos venían dentro de la camioneta Kia Montero con la pareja y que dentro del habitáculo hubo una pelea que terminó con los disparos y el vehículo fuera de control chocando contra los postes.
La posición del cadáver de Luna -con la parte del torso en el asiento trasero y las piernas en el baúl-, también es una incógnita ya que hay que precisar si él venía manejando o si lo llevaban en el asiento trasero.
“Lo que sí creemos es que después del choque el doctor Luna trató de escapar por el baúl saliendo por la quinta puerta”, señaló otro de los investigadores.
El doble crimen se registró el lunes por la noche en la calle 490, entre 136 y 137 de City Bell, en las afueras de La Plata, y sus cuerpos fueron encontrados dentro de la camioneta Kía Montero negra patente HRK440, que apareció chocada contra una torre de alumbrado y con las luces prendidas, luego de haber derribado algunos postes.
La Policía llegó al lugar tras un llamado al 911 realizado a las 22.40 por vecinos que escucharon disparos y luego el impacto del vehículo.
Favre y Luna se encontraban en pareja desde hacía casi 20 años, tenían una hija de 16 y ambos trabajaban en dos clínicas de estética que dirigía el cirujano, una en el barrio porteño de Recoleta y la otra en la ciudad de La Plata. (Télam)
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