domingo, 26 de abril de 2015

ENTRE LA APATÍA GENERAL Y UN 'CAMBIO DE HUMOR' QUE BENEFICIA A LOS K

AGENCIA / CLAVES 


Por CLAUDIO M. CHIARUTTINI 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Sin Saco y Sin Corbata). La Ciudad de Buenos Aires enfrenta hoy (domingo 26/04), la 1ra. de sus 4 ruedas de votación, si no llegan a ser 6, en medio de un clima de poco interés entre los ciudadanos, luego de una campaña fría, con enfrentamientos entre personas pero no entre ideas, una coyuntura de mínima discusión de políticas públicas y pobres anuncios de posibles obras o medidas a futuro.



Los porteños encontraron un escenario no muy diferente del que sufrieron los electores en Salta, Santa Fe, Mendoza y Neuquén, en el inicio de las PASO 2015. Es una campaña extraña.

A nivel nacional, hay 3 personas disputando la Presidencia de la Nación, pero Cristina Fernández sigue siendo la protagonista principal de la política argentina.

Los ciudadanos/consumidores sufren el 21er. mes de recesión, pero las encuestas dicen que está mejorando el humor de los votantes. El relato del oficialismo parte del pasado y los postulantes opositores mezclan las declaraciones internistas, suaves propuestas movilizadoras y diagnósticos inocentes sobre el ajuste por venir y el costo social que tendrá “pagar la fiesta” kirchnerista.

 Un tercio de la población no duda en ceder su voto al Frente para la Victoria para no perder los beneficios sociales, laborales o subsidios que han recibido. Un tercio no quiere saber nada con el kirchnerismo y votará al candidato que se muestre más anti-K.

 El último tercio no tiene una posición tomada, busca un candidato que los seduzca, que le “venda una ilusión”, pero, por ahora, no aparece ninguno en el horizonte. El universo de votantes oficialistas parece haber aceptado que Daniel Scioli será el candidato presidencial del Frente para la Victoria, hay peronistas que van detrás de la postulación del gobernador de Buenos Aires por su pasado justicialista; aunque hay gente de raíz peronista que cree ver en Mauricio Macri o Sergio Massa una mejor opción.

Hay peronismo para todos... A la franquicia Peronismo le va mejor que al Partido Justicialista. En ese universo pan-peronista aparece el Peronismo Federal como entidad política electoral conformado por Adolfo Rodríguez Saa y Mario das Neves, entre otros, quienes tentaron a participar a José Manuel De la Sota a una interna abierta.

Ahora, sólo les falta cerrar el acuerdo con Sergio Massa, para que el Frente Renovador también forme parte de esa contienda. Y desde que Ernesto Sanz (y Mauricio Macri) le cerraron la puerta en Gualeguaychú, Massa busca otra salida que, quizá, pueda compartir con el gobernador cordobés.

 De llegar a concretarse, Sergio Massa tendrá apoyo de candidatos radicales, de estructuras peronistas, de partidos municipalistas y de grupos de votantes de centro derecha, tal como los que arrastra Francisco de Narváez.

Sin duda, una mezcla rara cuyo resultado en las urnas es incierto porque pocas veces 1 + 1 es igual a 2 en la política electoral. La suma de todos los apoyos alrededor de Massa puede ser un inmenso aglutinante o una fuerza centrípeta que no genere resultados. Por ahora, todas las especulaciones se realizan en una planilla Excel y en almuerzos o cenas.

 Lo cierto es que con las elecciones de hoy (domingo 26/04), Massa habrá pasado por 5 votaciones locales sin obtener un resultado alentador. En Mendoza, Alfredo Cornejo minimizó el aporte massista y rescató el del macrismo.

En Santa Fe, luego de un resultado pésimo, corrió el rumor, nunca desmentido, que el Frente Renovador cedería sus votos al Partido Socialista.

En Neuquén, Horacio Quiroga, el 'Pechi', había cerrado con el ex intendente de Tigre, pero terminó aliado del PRO; y el Frente Renovador va con una facción no mayoritaria del Movimiento Popular Neuquino.

En Ciudad de Buenos Aires, el máximo de intención de voto no supera 3% del total. Un fiasco.

 En medio de este escenario, el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, lanzó la idea de que Sergio Massa debe priorizar la Provincia de Buenos Aires. En definitiva, lo que quiso decir es que con las encuestas en una mano, y la calculadora en la otra, es mejor competir para Gobernador bonaerense y dejar la carrera presidencial para el 2019.

Massa evaluó que era una forma imaginativa de Cariglino de quitarse de encima a Narváez, con quien mantiene una vieja inquina. La respuesta de Massa fue colocar a su esposa, Malena Galmarini, como su jefa de campaña bonaerense.

Del día a día salió Juan José Álvarez, a quien ahora muchos consideran como uno más del plan político, junto a Graciela Camaño, Felipe Sola y otros.

Y lanzó un desafío: el viernes 01/05, el Frente Renovador llenará el estadio de Vélez Sarsfield, para presentar, oficialmente, la precandidatura presidencial del ex Jefe de Gabinete de Cristina Kirchner.

 Con todas estas acciones, Massa ha enviado un mensaje directo: No renuncia a su precandidatura a Presidente de la Nación y no tiene intenciones de aceptar un acuerdo con Mauricio Macri.

¿Podrá lograr ambos objetivos? La preocupación de muchos intendentes municipales massistas es grande.

Ellos temen perder sus territorio y puede ser que el Frente Renovador siga en carrera presidencial, pero puede que sin ellos. Las presiones contra Massa también son potentes entre el establishment: la mayor parte de la comunidad de negocios parece haber elegido a Mauricio Macri como su candidato a la Casa Rosada o, en el peor de los casos, apuntalar al “confiable” Daniel Scioli, un hombre con el que siempre se puede negociar.

 A Mauricio Macri pareciera que se le han cruzado los astros a su favor. Por eso no se entiende el berenjenal en que se involucró en su propio distrito, con el choque con cicatrices entre Horacio Rodríguez Larreta y Gabriela Michetti.

Este domingo puede salir fortalecido de los resultados electorales de la Ciudad de Buenos Aires (habrá que evaluar el costo pagado) y Neuquén, además que cerró el acuerdo con la Unión Cívica Radical en Córdoba, La Pampa y Provincia de Buenos Aires.

En Córdoba, hubo un “renunciamiento histórico” de Luis Juez y Ramón Mestre, mientras que el hombre del PRO, Héctor Baldassi, aceptó ser candidato a vicegobernador y el radical Oscar Aguad será el candidato a gobernador.

Pifiaron en el nombre: Triple Alianza. En La Pampa, Carlos Javier Mac Allister irá como candidato a senador nacional, Francisco Torroba a gobernador y el intendente de Alvear, Eduardo Pepa, a vice; conformando una fórmula muy competitiva para desplazar al peronismo del gobierno provincial.

Por fin, en Provincia de Buenos Aires, el candidato alfonsinista Miguel Bazze, bajó su postulación y apoyará a María Eugenia Vidal; al tiempo que Gustavo Posse fue abandonado en el medio del camino, por lo cual, el intendente de San Isidro será candidato sin el apoyo del macrismo, ni del radicalismo, ni del massismo.

Es un fracaso para quien posibilitó en los números, la votación de los convencionales en Gualeguaychú, para el acuerdo UCR/PRO.

 Pero las mejores buenas noticias para Mauricio Macri viene de Santa Fe, donde el escándalo de las 800 urnas no contabilizadas y los 225.000 votos ignorados por el socialismo parece beneficiar al PRO, dado que la mayoría de los sufragios anulados o no escrutados parecen ser a favor de Miguel del Sel y, en menor medida, del peronista Omar Perotti.

 La escandalosa maniobra que ha ocurrido y que no puede explicar el Partido Socialista, no sólo ha generado un inmenso rechazo de los radicales, que parecen que volcarán sus votos al PRO, sino también pone en duda cómo actuarán los votantes del massismo y otras fuerzas menores.

 En la Casa Rosada celebran tanto los problemas de Sergio Massa como los éxitos de Mauricio Macri. En el fondo, la estrategia de Cristina y sus íntimos fue elegir al titular del PRO como el adversario, tal como Néstor Kirchner ya lo había hecho en 2010. Pero tampoco lo quieren tan fortalecido...

Por eso, ahora la orden es comenzar a fortalecer las estructuras kirchnerista y peronistas en todo el resto de las provincias. Las encuestas que llegan a la Casa Rosada muestran que el clima antikirchnerista ya no es tan duro, que hay indicadores de confianza económica que crecen y que el “voto rechazo” puede ser mucho menor del esperado.

Por eso se envalentonan en tener muchos mejores resultados para los paños de legisladores e intendentes, con lo cual, calman la ansiedad que tenían los alcaldes oficialistas, quienes dudaban de retener sus territorios si seguían detrás de la figura de Cristina Fernández.

 El Frente para la Victoria se esperanza en salir electa como 2da. fuerza en Neuquén, la Ciudad de Buenos Aires y Santa Fe, una vez que termine el escrutinio definitivo. Les fue muy bien en Salta y Mendoza. Y ya no temen por las elecciones adelantadas que se realizarán en otras provincias, algo impensado hace seis meses. 

Este cambio de clima en la Casa Rosada tranquiliza a Daniel Scioli, dado que cree que él encontrará en Cristina Fernández, al final del camino, como una persona que apoye su candidatura, en vez de boicotearla como hasta ahora.

Es cierto que a la televisión rusa, la Presidente de la Nación le dijo que ella no tiene preferidos para la carrera presidencial, pero al fin, la jefa del FpV no podrá ignorar al gobernador de Buenos Aires si él derrota en forma contundente a Florencio Randazzo en las PASO del kirchnerismo... y si le puede colocar medio gabinete y el compañero de fórmula. Cambia, todo cambia.

Hace 6 meses, Sergio Massa era indiscutible que sería el futuro Presidente de la Nación. Hoy él es N°3 en las encuestas. Nadie pensaba en un acuerdo entre el radicalismo y el macrismo.

Tampoco se creía que la economía sería aliada de los planes de Cristina Fernández, que el dólar blue sería controlado y que del desendeudamiento se mutaría al endeudamiento sin una pizca de vergüenza.

¿Que el costo es inmenso? Esto es política, ¿a quién le importa el costo?

 El escenario político cambia semana a semana y seguirá cambiando.

El Caso Nisman quedó en el camino. El Caso Hotesur va camino a ser “congelado” en los Tribunales. Las causas que investigaban las denuncias de corrupción de funcionarios públicos están “dormidas”.

En el Congreso, el poder de la Casa Rosada no ha menguado. La iniciativa política sigue siendo de Cristina Fernández. Y los resultados confirman que no van por el camino correcto, que van a profundizar semana a semana.

 Todo puede pasar en la Argentina, salvo una cosa: que la oposición se despierte y se den cuenta que el kirchnerismo no está muerto, que son fuerza política muy poderosa y que las urnas no le serán esquivas.

Daniel Scioli no va a convertirse en ese líder de la oposición que enamore, que ilusiones, que seduzca al votante antikirchnerista. Por ahora, Sergio Massa, tampoco.

 Queda por demostrar si Mauricio Macri se convierte en ese líder que buscan aquellos que siempre han estado en la vereda de enfrente del Frente para la Victoria.

Antes, él tendrá que cerrar mejor la herida abierta en el PRO porteño. Por ahora, él obtiene buenos resultados electorales, pero no es una alternativa a un proceso político que lleva 12 años en el poder.

Seducir, no es su fuerte. Pero, todo es posible…

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