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Cinco tiros, uno de ellos, en el corazón, recibió una chica al quedar en la línea de fuego durante un enfrentamiento entre bandas de narcotraficantes que intentaron ajustar cuentas pendientes en una cancha de fútbol vecinal en la ciudad de San Miguel de Tucumán.
La víctima fue identificada por fuentes policiales como María de los Ángeles Ramallo, de 15 años, quien falleció anteanoche en un hospital de la capital tucumana, especialmente por causa del proyectil que le perforó el corazón.
La adolescente fue baleada anteayer, minutos antes de las 18, cuando pasó por Inca Garcilazo y la avenida Alem; iba con su madre a comprar tortillas a una panadería del barrio. En esa esquina, donde hay canchas para que los vecinos jueguen al fútbol, se enfrentaron dos grupos rivales que -de acuerdo con los testimonios que recogió la Justicia- se dedican a la venta de drogas, según informaron las fuentes consultadas por la agencia de noticias DyN.
Los vecinos afirmaron que "hubo unos cuarenta disparos" cuando un automóvil negro llegó al lugar y sus ocupantes abrieron fuego contra el grupo de jóvenes que estaba en la cancha. Durante el tiroteo la adolescente recibió cinco disparos, uno de los cuales entró por un brazo y le llegó hasta el corazón. La joven cayó inmediatamente al piso, donde se aferró con fuerza de la mano de su madre.
Aunque fue asistida por vecinos y servicios de emergencia, murió al llegar al hospital Padilla. El homicidio de María de los Ángeles Ramallo causó conmoción en el vecindario. Allí recordaron que la chica vivía con su madre y un hermano a cuatro cuadras del lugar donde fue atacada.
La familia, cuyo padre falleció hace dos años, subsistía con la venta de huevos y dulces caseros. Uno de los vecinos dijo al diario tucumano La Gaceta: "Fue un infierno. Parecía que habían tirados varias baterías [de pirotecnia], pero en realidad fueron los disparos que hicieron los delincuentes éstos.
De milagro no murió otra persona". Otra vecina señaló que "en la cancha estaba jugando un grupo al que le dicen «Los de la Vía». Pero desde el Norte llegaron en un automóvil otras personas, que comenzaron a disparar a lo loco. No les importó nada. Tiraron, tiraron y tiraron".
"Es lógico que sean así. A ellos tampoco les importa vender esa porquería [la droga] que termina matando a nuestros hijos", añadió. "Siempre hay incidentes. No puede ser que no haya vigilancia en esta zona. Han matado a una buena chica, no a un perro", sostuvo Juan Martínez, vecino de la víctima.
La fiscal Adriana Reynoso Cuello quedó a cargo de la investigación y los peritos, en principio, encontraron más de 20 vainas de proyectiles disparados. Los tiroteos entre bandas que disputan los lugares de venta de droga causan cada vez más víctimas inocentes. Sucesos similares al ocurrido en la capital de Tucumán se registraron en los últimos meses en Rosario y en el Gran Buenos Aires.
En junio pasado, por ejemplo, un chico de 11 años fue baleado en un barrio rosarino mientras caminaba de la mano de su abuelo. Fue alcanzado por una bala perdida en un tiroteo entre «soldaditos» narcos que custodiaban un búnker de venta de drogas.
Ese mismo mes murió en la ciudad bonaerense de Lanús una mujer que estaba en su casa cuando fue alcanzada por una bala disparada en un tiroteo. (www.lanacion.com.ar)
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