CLAVES / NOTA DE OPINIÓN
por EDGAR MAINHARD
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Los Kirchner se hicieron millonarios gracias al usufructo del Estado, pero a Página/12 le pareció muy bien.
Los Kirchner enfocaron su política de control de precios (fracasada) priorizando los vínculos con las grandes empresas, porque son más fáciles de auditar (y extorsionar), pero a Página/12 le pareció muy bien.
Los Kirchner perdieron los superávits gemelos que heredaron (balanza comercial y resultado fiscal) porque malgastaron el dinero con asignaciones tan escasamente productivas como mantener a flote a Página/12, quien obviamente no lo cuestionó.
Los Kirchner establecieron limitaciones cambiarias que frenaron las importaciones, debilitando más la actividad económica y la creación de empleo privado, pero a Página/12 no le llamó la atención.
Los Kirchner emiten dinero sin respaldo en cantidades sin control, provocando una de las tasas de inflación más elevadas del mundo, pero a Página/12 le parece que hablar de todo eso es casi antidemocrático.
Los Kirchner ya no tienen reservas de moneda extranjera disponibles porque han malgastado las que tenía el Banco Central, pero a Página/12 le resulta una etapa exitosa en la gestión de la economía.
En verdad, a Página/12 sólo le interesa mantener el clientelismo que se encuentra en su ADN. Nació gracias a una inyección de dinero malparido que hizo Enrique Haroldo Gorriarán Merlo. Subsistió después con el subsidio en papel de diario que le concedía el Grupo Clarín. Y más tarde pasó a integrar la galaxia de medios K, sostenidos por el presupuesto estatal.
Entonces, es casi obvio que participe activamente de la campaña sucia que inicia, con desesperación, el Frente para la Victoria, intentando ganar el balotaje del domingo 22/11.
Página/12 intenta desprestigiar a los economistas que colaboran con Mauricio Macri: Carlos Melconian (a quien Eduardo Duhalde, el inventor de Néstor Kirchner, llegó a ofrecerle el Palacio de Hacienda, cuando Jorge Remes Lenicov había fracasado y Roberto Lavagna aún no había regresado al país), Rogelio Frigerio, Miguel Kiguel, Federico Sturzzeneger (a quien el gobierno K le pidió en varias ocasiones ayuda para contrarrestar las críticas de los mal denominados 'fondos buitres') y Alfonso Prat Gay ( a quien Néstor Kirchner le pidió que continuara al frente del Banco Central, pero no le garantizó las condiciones imprescindibles).
De ganar Macri, ellos tendrán que impedir que la Argentina se vaya a pique, tal como sí está ocurriendo hoy día.
Será su misión intentar reordenar la estructura de precios relativos (lleva 13 años deformada, en parte por la cobardía y falta de inteligencia K para concretar tareas imprescindibles), recuperar el crédito internacional, conseguir que las reservas del BCRA vuelvan a subir, que baja la inflación, que regresen las inversiones directas, que haya empleo privado, que se deje de malgastar la recaudación basada en la presión tributaria más elevada de la historia destinada a financiar el gasto público más clientelar que se recuerde.
En fin, hay una enorme tarea por delante. Nadie tiene el éxito garantizado. Puede salir bien o no tanto. En cualquier caso, gozan de más prestigio, experiencia y conocimiento que los economistas que Boudou o Kicillof, los economistas de Cristina.
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