POLÍTICA / AL EXTREMO
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- "Ya vivimos la experiencia de los que se juntaron en contra y en dos años estalló el país". Esa es la frase que ocupa la tapa de 'Página/12' de esta mañana y que pronunció Cristina Fernández ayer en lo que fue su primera aparición pública tras las elecciones.
Asumió el rol protagónico de la campaña y lo hizo sin Daniel Scioli, sin su presencia y sin siquiera nombrarlo.
"No se elige un presidente sino un modelo de país", manifestó y exploró el país de las maravillas que bien describe el fantasioso relato oficial.
¿Qué quiso decir una Cristina que apeló a los extremos por saber que están al pie de un campaña perdida?
¿2 años es el tiempo que le dará a Mauricio Macri? ¿Fue un mensaje a La Cámpora para que se aliste?
Ayer en la Casa de Gobierno estaban La Cámpora y Nuevo Encuentro, el partido de Martín Sabbatella que perdió con todas las candidaturas que se presentó, el peronismo se quedó en Tucumán.
En fin, la teoría de que Cristina Fernández busca volver en 2019 parece acortarse. Sus sueños de regreso triunfal serían para 2017.
En la provincia de Buenos Aires ya comenzó a sembrarse la batalla, la del miedo, la de la ira.
María Eugenia Vidal debió sortear el primer obstáculo. Y lo hizo muy bien.
"Tengo la convicción y la firmeza necesarias para poner los límites donde los tenga que poner y para dar las batallas que tenga que dar. Voy a denunciar a los que pongan en duda mi gobernabilidad", señaló días atrás la gobernadora electa, firme contra las palabras de los alcaldes kirchneristas todavía enojados por la derrota de Aníbal Fernández.
Tal como recuerda el sitio 'La Tecla', unas horas antes, el mandamás de Ensenada, Mario Secco, había señalado en una entrevista que "nos vemos muy bien para gobernar los próximos 4 años, me cuesta creer que a Vidal se le vaya a ser fácil. Le va a ser más duro a ella gobernar la Provincia que a mi gobernar Ensenada. A Vidal se le va a poner muy jodido, no es Capital Federal la Provincia de Buenos Aires”.
Las palabras no cayeron nada bien al entorno PRO, y ahí fue que Vidal se puso dura... y de a poco, empezaron a aparecer los intendentes del Frente para la Victoria de los distritos más poderosos del Conurbano y no hicieron otra cosa que ponerse a disposición, sin insultos ni advertencias.
El intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurrale, reveló que "Vidal ganó el domingo y yo la llamé el lunes para ponerme a disposición" y destacó que "la única forma de que a nosotros nos vaya bien es si Vidal hace bien las cosas. Además, el ciudadano no permite más la pelea entre dirigentes".
Por su parte, la electa intendenta de La Matanza, la primera mujer en liderar ese distrito, Verónica Magario, contó que "yo también tuve el mismo gesto con Vidal y ya hablamos por teléfono", y explicó: "Hemos crecido y tomamos a la política como una forma de vida donde construimos para el otro. Es el mismo concepto que tiene Daniel Scioli".
También hicieron lo propio Mariano Cascallares y Leonardo Nardini. El electo intendente de Almirantte Brown dijo que "somos muy respetuosos y nunca vamos a decir que el pueblo se equivocó. Tenemos las mayores expectativas para trabajar articuladamente con Vidal".
En tanto, el malvinense indicó que Vidal va a hacer una muy buena gobernación porque lo necesitamos".
Allí se acabó el miedo. El mismo que con toda la furia intentó, e intentará seguramente en los días que siguen, sembrar la mandataria nacional, que avaló con su discurso lo dicho por Secco, y ratificado por Walter Festa, de Moreno, y el líder de Quebracho, Fernando Esteche.
El director del sitio 'Mendoza Online', Gabriel Conte, escribió hoy a propósito del miedo sembrado ayer por Cristina: "(...) Fueron muchos los años en que los argentinos trabajamos desde los más diversos sectores para exorcizarnos de los fantasmas del pasado, tiempos de persecución, etiquetamiento de personas según su pensamiento, consecuente persecución, torturas y muerte.
Sin embargo, el miedo ha retornado y esta vez, como estrategia publicitaria, como algo que está a mano y, se sabe, da resultados.
Desde un lado se pretende instaurar el miedo a que 'todo se vaya al carajo', que se le quite el pan de la boca a millones de personas, que se de marcha atrás con derechos adquiridos y es posible que desde el otro se pretenda hacer creer que hay un futuro de vía libre al narcotráfico y el crimen en caso de que gane el oficialismo.
Ambos son prejuicios y opciones falsas y lo que están logrando es turbar el pensamiento, bloquearlo, con el afán de conseguir un voto visceral y no racional, porque el "miedo a volver a tener miedo" todos los días está en el ADN argentino.
(...) el miedo no tiene que volver más a la Argentina.
Lo triste es que una especie de Síndrome de Estocolmo guíe a los que fueron víctimas de los peores momentos del país en el pasado y sean los que lo invoquen al presente, cual médiums del horror.
Nada malo puede pasar. Se trata de elecciones presidenciales: nada grave, sí importante.
Disfrutemos de la posibilidad de que se realicen con absoluta limpieza, cosa que, por otro lado, debe ser así y no hay que agradecerle a nadie: es lo exigible y lo que corresponde, lo que nos hemos ganado por haber elegido la democracia como sistema de vida".
Dicen que el miedo es un recurso de los perdedores. Pues, parece que no sólo de perdedores sino también de desorientados. Así estaba Cristina, que al menos le dio más razones a los argentinos que votaron contra su modo de gobernar autoritario, contra su ira, su soberbia y sus fantaseosas realidades, de votar en su contra.
Mientras, la militancia que escuchaba a sus pies, estaba más dispuesta al llanto que a la risa...
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