lunes, 16 de noviembre de 2015

ANTES DEL FIN DE CICLO, MANDAN A IMPRIMIR OTRO BILLETE DE $100, CON LAS MADRES

AGENCIA / POLÍTICA

En marzo pasado, Crisitina había presentado un boceto de este billete
 


En el último trimestre del año se prevé emitir 800 millones de billetes nuevos, lo cual equivale a alrededor del 30% del circulante actual. Es una cifra extraordinaria, imposible de confeccionar en el país. El Estado corre detrás de la inflación, debe pagar sueldos públicos con aumento y aguinaldos. Los privados, también. 


 En medio de está vorágine calcográfica, la Casa de Moneda tomó decisiones que, según expertos en el arte de hacer dinero, no ayudan: el organismo cambió toda la línea de producción del diseño de los billetes para sacar nuevos modelos a la calle.

 Incluso habrá un nuevo billete de cien pesos. Según el sitio 'iProfesional', el boceto aún no entró a imprenta, pero está definido. Está ilustrado en su anverso con una imagen de una mujer que lleva un pañuelo blanco en su cabeza, símbolo de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo.

 También está representado el ADN humano, la secuencia que la ciencia utiliza para identificar la genética de quienes quieren cotejar si son hijos de desaparecidos durante la última dictadura. En el reverso, el nuevo billete tiene una imagen de una paloma. Y detrás de ella hay una ilustración de gente marchando alrededor de la Pirámide de Mayo, un movimiento que se creó a modo de protesta por las Madres que en pleno régimen militar reclamaban por sus hijos secuestrados de modo ilegal por las Fuerzas Armadas.

 El resto de los diseños de los billetes ya cambió, como el de 50 pesos, que conmemora a las Islas Malvinas. Está al salir uno nuevo de 10 pesos con una imagen de Manuel Belgrano y Juana Azurduy, quien también luchó por la independencia americana de España.

Y otro de 5, ilustrado con el rostro de José de San Martín. No trascendió aun cómo será el nuevo diseño de la unidad de 20 pesos.

 A todos estos cambios que se hacen sobre la marcha, se suma que el dinero argentino, como nunca antes, se imprime en cuatro casas de moneda diferentes a la vez.

Dos son extranjeras y fueron contratadas sin licitación: son las fabricas de dinero oficial de Chile y Brasil.

 Está dicho: la Presidenta decidió que su mandato terminara sin billetes de más alta denominación que el de cien pesos. Equivale a diez dólares si se toma en cuenta el valor oficial del billete norteamericano.

Un modo simplista de no reconocer la inflación, que en paralelo oculta el Indec. A pesar de la vorágine en la que entró la impresión, la Presidenta quiere que el billete de las Madres y las Abuelas esté cuanto antes en la calle.

Ella anunció que el Estado fabricaría ese nuevo modelo en marzo pasado en un acto en la Casa Rosada. La inflación necesitó de tal cantidad de papel moneda que hoy circulan billetes de igual denominación pero modelos distintos, fabricados además en países diferentes.

 Son cuestiones que los especialistas en la confección de plata aseguran que atentan contra la seguridad de la emisión monetaria. Esta particularidad se acentuaría en los próximos meses con los nuevos modelos.

 Quien está detrás de los nuevos diseños de los billetes, sus tintas y máquinas impresoras, es la empresa suiza SICPA. La titular de la Casa de Moneda es Katya Daura, vieja amiga del vicepresidente Boudou: él la nombró en ese puesto cuando era ministro de Economía.

Los dos son investigados por enriquecimiento ilícito, según consigna 'Clarín'. Hay otro dato que inquieta a las autoridades financieras. El último envío de papel moneda hacia la imprenta oficial de Brasil se frenó en la aduana de ese país, lo que generará un retraso inevitable en la producción general de billetes.

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