Cristian SILVA |
La esposa dio detalles de cómo fue el operativo en el que resultó muerto un agente de la Metropolitana cuando buscaban a una banda de secuestradores.
"Jamás se identificaron", dijo. “Entraron a matar. No les importó nada”. La que habla es Soledad, la mujer del policía de la Metropolitana que murió baleado por el Grupo Halcón de la Bonaerense ayer durante un allanamiento en su casa de Monte Grande en el marco de una causa por secuestros extorsivos.
La muerte del policía Cristian Silva (25) ocurrió ayer en la madrugada en la vivienda que comparte con su mujer y su chiquito de dos años, en General Paz al 2100 de la localidad de Monte Grande.
Fue cuando el Grupo Halcón irrumpió por orden del juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, quien había ordenado 18 allanamientos en el marco de un investigación por varios secuestros extorsivos cometidos en Lomas de Zamora.
Según la versión policial, al entrar al inmueble, un joven que estaba con su esposa y su hijo de dos años supuestamente atacó a balazos a los efectivos, quienes repelieron la agresión, por lo que se originó un tiroteo en el que murió baleado.
Sin embargo, Soledad dijo en diálogo con C5N que los efectivos "jamás se identificaron", que "entraron a matar" y que no sabían que su marido era de una fuerza de seguridad.
En efecto, luego se dieron cuenta de que se trataba de un efectivo de la Metropolitana. Fuentes de la investigación aclararon que Silva no tenía ningún pedido de detención formal, aunque hicieron un allanamiento en su casa porque creían que en ese lugar la banda de secuestradores guardaba armas de fuego que utilizaba para cometer los hechos delictivos.
"No les importó nada, ellos entraron a matar. Si se hubiesen identificado como policías mi marido estaría vivo", manifestó hoy entre lágrimas la esposa de Silva.
"Estábamos durmiendo, estaba todo apagado y yo vi muchas personas vestidas de policía, aunque realmente pensé que eran chorros y él (Cristian) seguramente habrá pensado lo mismo", recordó.
"Jamás dijeron que eran policías, no escuché nunca eso, sólo dijeron que nos tiremos al piso. Estábamos durmiendo los tres, el nene se había quedado a dormir con nosotros, y él (por su esposo) se levantó y agarró el arma. Y lo primero que hice fue agarrar a mi hijo y taparlo y, en eso, escucho disparos, disparos, disparos y después que empezaron a decir entre ellos 'viste te matamos hijo de puta, es un hijo de puta, quiso disparar'", agregó Soledad.
"Cuando lo vi muerto a él -continuó- pensé que me iba a pasar exactamente lo mismo, porque yo estaba acostada y uno se me subió a la cama y desde ahí me apuntaba con el arma. Fue un momento de mucha desesperación".
Soledad está segura de que el allanamiento se hizo "por error", ya que consideró "imposible" que su marido estuviera relacionado con la causa por secuestros que motivó el operativo.
"Que investiguen lo que quieran, no van a encontrar nada", expresó la joven, quien añadió que de su casa sólo se llevaron su teléfono celular y el de su esposo, la radio policial y el arma reglamentaria que usaba Silva y la de todos los efectivos del Grupo Halcón que participaron del procedimiento.
Además, recordó que en el momento en que ella a los gritos les dijo a los efectivos que su esposo era policía "se dieron cuenta de que se habían mandado una cagada".
Soledad contó que su marido había comenzado a trabajar en diciembre pasado en la Policía Metropolitana, luego de hacer un año de instrucción.
Por su parte, Jonathan, hermano del policía muerto, pidió con desesperación que no vinculen a Cristian con nada ilegal, por que no era así.
"El hace cuatro meses que era policía, se metió en la policía para darle todo a su hijo y ahora lo están haciendo ver como una basura y no es así", dijo llorando.
CÓMO SIGUE LA CAUSA
En tanto, se informó oficialmente que, en el marco de esos 18 allanamientos, cayó la banda responsable de al menos ocho secuestros cometidos en los últimos tres meses en la zonas de Lomas de Zamora, Lanús y Almirante Brown, entre ellos, el que ocurrió el 4 de mayo en Parque Barón y que tuvo como víctima al fiscal general adjunto de Lomas de Zamora, Sebastián Scalera, y su esposa.
En total, son diez los detenidos y una de las detenidas se le incautó 1200 dosis de paco. También se secuestraron siete pistolas, calibres 9 mm, 380 y 11,25, un revolver 32 y un fusil Mauser 7,65, además de cargadores y municiones de distintos calibres; 72 celulares y un Handy encendido y en frecuencia policial.
Además, de ocho vehículos: dos Peugeot 308, VW Vento, VW Bora, VW Fox, Ford Ranger, Peugeot 206 y un Chevrolet Aveo. (www.clarin.com)
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