MUNDO / VATICANO
El papa Francisco alertó este miércoles sobre la "tentación" que significa una Iglesia "cerrada en sí misma", al tiempo que renovó sus pedidos por la "unidad" de los cristianos.
"La tentación que siempre existe para la Iglesia, la de cerrarse en sí misma, de frente a los peligros", alertó el pontífice al encabezar la misa por la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, patrones de Roma.
De cara a esa posibilidad, el Papa reafirmó que “la oración permite a la gracia abrir una vía de salida: del cerramiento a la apertura, del miedo a la valentía, de la tristeza a la alegría”, durante la celebración en la Basílica de San Pedro.
En esa línea, agregó que la oración puede abrir "también" una vía "de la división a la unidad", antes de destacar la presencia en la celebración de una delegación enviada por el Patriarca Ecuménico Bartolomé para participar de "una fiesta de comunión para toda la Iglesia".
En ese marco, y en línea con los múltiples llamados que hizo en la misma dirección en su reciente viaje a Armenia, Francisco pidió que “los santos Pedro y Pablo intercedan por nosotros, para que podamos hacer este camino con alegría, experimentando la acción liberadora de Dios y testimoniarla a todos”.
En línea con la "tentación" mencionada este miércoles, en su exhortación apostólica de 2014 Evangelii Gaudium ("La alegría del Evangelio"), Francisco había planteado los lineamientos de una Iglesia "en salida" que refuerce su "transformación misionera".
“Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación", había escrito Bergoglio en su primer texto como Papa.
En esa exhortación procuró una pastoral que coloque "a los agentes pastorales en constante actitud de salida y favorezca así la res¬puesta positiva de todos aquellos a quienes Jesús convoca a su amistad”. (Télam)
No hay comentarios:
Publicar un comentario