domingo, 26 de junio de 2016

FRANCISCO SE DESPIDIÓ DE ARMENIA CON UN GESTO DE PAZ Y RECONCILIACIÓN

PANORAMA / ARMENIA 



Gyumri (Armenia) (AICA): En el marco de su visita pastoral a Armenia, el papa Francisco celebró en la mañana de este sábado 25 de junio, una misa en la plaza Vartanants en la ciudad armenia de Gyumri.


El pontífice, en su homilía, señaló que estamos llamados a “edificar y reconstruir incansablemente la vida cristiana” y propuso tres pilares: Memoria, Fe y Misericordia.

El Santo Padre indicó al pueblo armenio que “nos vendrá bien dejar que el encuentro con la ternura del Señor ilumine el corazón de alegría: una alegría más fuerte que la tristeza, una alegría que resiste incluso ante el dolor, transformándose en paz”.

En el marco de su visita pastoral a Armenia, el papa Francisco celebró en la mañana de este sábado 25 de junio, una misa en la plaza Vartanants en la ciudad armenia de Gyumri. El pontífice, en su homilía, señaló que estamos llamados a “edificar y reconstruir incansablemente la vida cristiana” y propuso tres pilares: Memoria, Fe y Misericordia.

La ciudad de Gyumri es la segunda ciudad más importante del país, durante el dominio soviético tuvo el nombre de Lininakan, en honor al dictador Lenin, y en 1988 sufrió un devastador terremoto. El pontífice celebró la ‘Misa votiva de la Misericordia de Dios’, según el rito latino, en italiano y armenio.

Estuvo presente en la misa el catholicós Karekin II. “Después de la terrible devastación del terremoto, estamos hoy aquí para dar gracias a Dios por todo lo que ha sido reconstruido” señaló el Papa en su homilía, invitando a construir la propia vida cristiana en tres bases estables.

Francisco explicó que “una gracia que tenemos que pedir es la de saber recuperar la memoria, la memoria de lo que el Señor ha hecho en nosotros y por nosotros: recordar que, como dice el Evangelio de hoy, él no nos olvidó, sino que se acuerda de nosotros: nos eligió, amado, llamado y perdonado”.

La fe fue el segundo pilar que señaló Francisco: “La fe es también la esperanza para su futuro, la luz en el camino de la vida”. “Existe siempre un peligro que puede ensombrecer la luz de la fe: es la tentación de considerarla como algo del pasado, como algo importante, pero perteneciente a otra época, como si la fe fuera un libro miniado para conservar en un museo”.

“Sin embargo, si se la relega a los anales de la historia, la fe pierde su fuerza transformadora, su intensa belleza, su apertura positiva a todos. La fe, en cambio, nace y renace en el encuentro vivificante con Jesús, en la experiencia de su misericordia que ilumina todas las situaciones de la vida. Es bueno que revivamos todos los días este encuentro vivo con el Señor”.

 Por último, el Santo Padre indicó en su homilía que “el rostro de la Iglesia se rejuvenece y se vuelve atractivo viviendo la caridad”. “El amor concreto es la tarjeta de visita del cristiano: otras formas de presentarse son engañosas e incluso inútiles, porque todos conocerán que somos sus discípulos si nos amamos unos a otros”, dijo el Papa.

 Francisco aseguró que “estamos llamados ante todo a construir y reconstruir, sin desfallecer, caminos de comunión, a construir puentes de unión y superar las barreras que separan”.

“Que los creyentes den siempre ejemplo, colaborando entre ellos con respeto mutuo y con diálogo, a sabiendas de que la única competición posible entre los discípulos del Señor es buscar quién es capaz de ofrecer el amor más grande”, pidió a los fieles armenios.

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