Francisco - Maduro / foto arhivo |
(U24) - En octubre de 2016 el Papa Francisco recibió en el Vaticano al Presidente de Venezuela Nicolás Maduro en medio de una crisis social, económica, política y humanitaria que atraviesa el país en los últimos años.
La visita del heredero de Chávez en la que buscaron “vías para promover la cohesión social de los venezolanos”, fue duramente cuestionada por la comunidad católica del país caribeño, e incluso del mundo, pero ahora, Bergoglio parece que se quiere reivindicar con los venezolanos y a través del Vaticano ha aprobado un plan de ayuda para los inmigrantes de ese país.
El Vaticano presentó oficialmente este 07/05 el plan de ayuda para inmigrantes venezolanos denominado “Puentes de Solidaridad” a través del cual ofrecerán asistencia a aquellos que optaron abandonar su país.
El proyecto, que nació a solicitud del papa Francisco, reúne a las Conferencias Episcopales de ocho países sudamericanos, entre ellos Ecuador, Brasil, Perú, Paraguay, Chile, Bolivia y Argentina, pero no se descarta que se unan otros más. España ya ha pronunciado interés.
La iniciativa trabaja con la asistencia del ministerio del Vaticano que se encarga de la inmigración y aunque no se sabe por el momento a cuántos inmigrantes venezolanos podrá ayudar, el plan se ocupará de “recibir, proteger, promover e integrar a inmigrantes y refugiados”.
El subsecretario del Ministerio para el Servicio del Desarrollo Humano integral, que se ocupa de inmigración, el italiano Fabio Baggio, explicó que en septiembre de 2017 las conferencias episcopales de los ocho países sudamericanos comenzaron a elaborar un programa para hacer frente a la presencia masiva de inmigrantes venezolanos.
Este programa, del que podrán también beneficiarse inmigrantes de otros países, consiste en crear centros de servicio y albergues para migrantes vulnerables, asistencia en temas de vivienda y búsqueda de trabajo e inclusión social y facilitación de accesos a servicios de educación y salud.
Por el momento, añadió Baggio, es un proyecto de dos años de duración y se ha destinado 400.000 euros por año para repartir entre los ochos países y gracias a donaciones privadas, que se unirán a los fondos que destinará cada conferencia episcopal.
El plan también tiene previsto organizar un curso de Advocacy (Patrocinio) para formar a los trabajadores de las conferencias episcopales, debido a que entre las ayudas que se darán a los inmigrantes está también la de incidencia política y asistencia legal. Las conferencias episcopales tienen también previsto llevar a cabo campañas de sensibilización de las comunidades locales ante el fenómeno migratorio.
MIGRACIÓN MASIVA:
Los venezolanos huyen como de la peste y en proporciones nunca antes vistas. Muchos dejan atrás profesiones, padres e hijos, propiedades y amigos. Pese la disparidad de cifras, las más recientes y de mayor rigurosidad dan cuenta de que la emigración de ciudadanos de este país en los últimos dos años, equivale aproximadamente a la población de ciudades como Cartagena (Colombia), Arequipa (Perú), Gran Concepción (Chile), Rosario (Argentina) o una cuarta parte de los habitantes de Caracas.
Entre 2015 y 2017 la migración de venezolanos a todas partes del mundo se incrementó en 132%. En el caso de los que se dirigen a países de Suramérica el aumento fue de 895%. En cifras netas, en este par de años, salieron de Venezuela aproximadamente 925 mil personas, que suman globalmente, en los últimos 13 años, un millón 622 mil personas.
De ellas, un millón 552 mil 407 se distribuye en 15 países: 885 mil 891 venezolanos en naciones suramericanas y el resto en 3 europeas.
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