FÚTBOL / AMISTOSO INTERNACIONAL
(D.P.) - En el estadio Mario Alberto Kempes, sin sobrarle demasiado y con los condimentos necesarios para mostrar la renovación, la Selección Argentina venció hoy a México por 2 a 0.
Un buen partido de Paulo Dybala, quien está llamado a ser la nueva figura del plantel.
Los goles del equipo argentino fueron marcados por Ramiro Funes Mori, a los 45 minutos del primer tiempo, de cabeza, e Isaac Brizuela, a los 38 del complemento, en contra de su valla.
No habían pasado ni tres minutos que Marchesín debió trabajar más de la cuenta, primero con un cabezazo de Giménez -tras un centro de Layún- que tocó para que, junto al travesaño, México no abriera la cuenta.
Pero casi de inmediato Funes Mori se equivocó en la salida y Giménez le robó el balón para habilitar a Pulido, y nuevamente Marchesín salvó su valla de manera magistral.
Sobre los 26 Dybala remató de mediavuelta y Ochoa controló bien en el centro del arco, y a los 32 otra vez el hombre de Juventus exigió al arquero, quien tapó el remate y luego hizo lo propio con un disparo de Saravia.
Todo parecía que iba a terminar igualado, pero un centro de Dybala encontró la cabeza de Funes Mori y el ex River superó a un Ochoa que quedó estático.
En el segundo tiempo México hizo cuatro cambios en la formación inicial y en Argentina entró Rodrigo De Paul por Correa, para tratar de encontrar ese circuito de juego del que la albiceleste carecía.
Eso modificó radicalmente la estructura del partido, en el cual el seleccionado siguió siendo el dueño del trámite, pero sin tanta presencia en el área mexicana.
Es que el conjunto albiceleste careció de sorpresa, en especial por las bandas, y el traslado del balón se hizo dificultoso, porque México se acomodó mejor en el campo y cerró los caminos del equipo local.
A los '4, Dybala intentó una maniobra individual por la izquierda y tocó suave por encima del travesaño.
Las acciones de riesgo ante los arcos brillaron por su ausencia dado que el balón se movió mucho en el mediocampo y ambos equipos carecieron de profundidad y sorpresa.
En una de las pocas jugadas criteriosas de Argentina en el partido, Saravia combinó con De Paul y el desborde del defensor de Racing terminó en un centro rasante que Brizuela empujó contra su arco, cuando por detrás ingresaba Icardi.
Ambos equipos volverán a enfrentarse el martes próximo en el estadio "Malvinas Argentinas" de Mendoza.
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