ECONOMÍA / RETENCIONES
(U24) - Según el 'Semanario Económico' elaborado por Economía & Regiones, Mauricio Macri no podrá contar con los ingresos fiscales que esperaba cuando impuso las nuevas retenciones al campo.
El problema, de acuerdo a este análisis, es que "con la estabilización cambiaria y la baja del dólar, el Estado comienza a recibir menos ingresos de los planeados con un dólar en torno a $40 y la fuerte inflación doméstica y los gastos fiscales asociados a ella, potencian la pérdida del poder adquisitivo de las retenciones".
De acuerdo con las estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la producción de trigo, girasol, maíz y soja en la campaña 2018/19 será aún mayor que en años anteriores y aportaría positivamente al PBI un crecimiento del + 1,7%. Sin embargo, no sería suficiente para mostrar un PBI positivo. Desde E&R estiman que el nivel de actividad en 2019 caería alrededor del -1,5% interanual.
El informe destaca que la devaluación de 2018 cambió por completo el escenario: el salto del dólar generó que la competitividad precio del sector agroexportador y de las economías regionales volviera al pico de la administración Cambiemos. "Sin embargo, la voracidad fiscal del gobierno y un plan de déficit fiscal primario 'cero' (para 2019), que se diseñó 75% sobre suba de impuestos y sólo 25% con baja de gasto, volvieron a caer sobre el sector agroexportador y las economías regionales restableciendo retenciones a las exportaciones a partir de agosto 2018, para todas las economías regionales y para el sector agroexportador".
Según E&R, "con las nuevas retenciones, el gobierno pasa a ser socio de las economías regionales y del sector agroexportador nuevamente, comiéndoles parte de la competitividad ganada con la suba del dólar. El combo retenciones, apreciación cambiaria e inflación prometen erosionar fuertemente la competitividad del sector agroexportador y las economías regionales durante los próximos meses".
Con el tipo de cambio estabilizado durante estos últimos dos meses, y descontando que el dólar continuará estable (al menos) en noviembre y diciembre, lo normal sería que la competitividad precio del sector agroexportador continuara erosionándose suave pero sostenidamente a lo largo del último trimestre del año, cerrando el año varios puntos porcentuales por debajo a septiembre 2017.
La suba del dólar, que a fines de agosto trepó de unos $30 a $40, explica la mejora de competitividad a septiembre. "Pero no hay pronósticos alentadores para los restantes meses del año, puesto que la apreciación cambiaria y la suba de los costos continuarán erosionando el índice y la competitividad. En este escenario, en el cual la competitividad se va erosionando paulatinamente, las retenciones y su nuevo esquema entran a jugar más negativamente", indica el informe.
"El nuevo esquema de retenciones fue puesto con la 'excusa' de que el dólar subió 'mucho' y que el gobierno nacional (con su mala política macroeconómica que empobrece a la mayor parte de la población) benefició al campo. En este marco, el gobierno nacional se hace socio creciente del sector agropecuario en forma compulsiva", indica E&R.
Pero enseguida agrega que, "sin embargo, el problema es que la estabilización cambiaria alcanzada (¿de corto plazo?) atenta contra los ingresos fiscales por retenciones que percibe el gobierno nacional. Es decir, en el nuevo esquema de retenciones, con la estabilización cambiaria y la baja del dólar, el Estado comienza a recibir menos ingresos que los que originalmente tenía planeado con un dólar en torno a $40. Además, la fuerte inflación doméstica y los gastos fiscales asociados a ella potencian la pérdida del poder adquisitivo de las retenciones".
El Semanario Económico explica que el nuevo esquema de retenciones impone un derecho de exportación del 12% que ya ha perdido poder adquisitivo con respecto al momento del anuncio de la medida. Paralelamente, el nuevo esquema de retenciones tiene el problema que establece un monto máximo de retenciones de $4 y $3 por dólar que pierde día a día poder adquisitivo. Igualmente, la suba impositiva impuesta sobre el sector agroexportador es muy importante y ha amortiguado significativamente la ganancia de competitividad disparada con la suba del dólar.
"¿Qué perspectivas hay para el futuro cercano?", se p regunta el informe. Y responde: "De acuerdo con las estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la producción de trigo en la campaña 2018/19 alcanzaría a 19,7 millones de toneladas (+10,7% respecto a la campaña anterior), la de girasol a 3,9 millones de toneladas (+11,4%), maíz a 43 millones de toneladas (+35,6%) y soja 53 millones de toneladas (+51%).
Esta mayor cosecha aportaría positivamente al PBI de 2019 un +1,7% de crecimiento del nivel de actividad. Sin embargo, este aporte del “campo” no sería suficiente para lograr revertir la caída de la actividad en el resto de la economía y por tanto, del PBI. En E&R estimamos que el nivel de actividad caería alrededor del -1,5% interanual en 2019".
La competitividad precio de las economías regionales venía en alza, pero la fuerte suba del tipo de cambio acontecida en agosto y septiembre la impulsó hasta niveles récords. La competitividad de las economías regionales se vio favorecida originalmente por la apertura del cepo y la eliminación de las retenciones a las exportaciones que aplicó el gobierno de Cambiemos a principio de su gobierno. Y luego el aumento del dólar acontecido en 2018 le dio mayor espaldarazo amortiguando la nueva implementación de las retenciones desde agosto, explica el informe.
"Sin embargo, de aquí en adelante se espera un sostenido debilitamiento de la competitividad en las economías regionales, tanto por el avance de la inflación, como por subas de la presión tributaria en la esfera provincial", agrega.
"La nueva imposición a las retenciones nos da indicio de una futura caída en el índice ya que se ven afectados directamente los precios de exportación percibidos por los productores. Se espera que por la fuerte suba del índice de precios mayoristas y de consumo los costos de producción aumenten considerablemente. Son las retenciones y la inflación, por ende, los factores que influirán negativamente al índice de competitividad-precio en los próximos meses.
Tampoco hay que olvidar la potencial amenaza de suba de los topes máximos de $4 y $3 por dólar para las retenciones durante el próximo año", continúa el análisis.
Es por eso que, según E&R, "el sector agroexportador y de las economías regionales ya no se encentrarán en el mejor momento del gobierno de Cambiemos en los próximos meses.
La suba de las retenciones han influido en la reducción de los precios de exportación percibidos por los productores y la alta tasa de inflación generó un fuerte aumento de los costos de producción que integran salarios, fertilizantes, pesticidas, plaguicidas, etc. De todas formas, la sostenida devaluación contribuyó a que la competitividad-precio no caiga considerablemente, y en algunos
casos este efecto fue mucho más fuerte y contribuyó al crecimiento del mismo".
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