Por NAHUEL MOLINA – El Quilmeño-
Cinco hermanos de entre 4 y 13 años fueron rescatados ayer por la tarde en una vivienda del barrio La Carolina de Ingeniero Allan, donde permanecieron abandonados durante una semana con tan sólo una bolsa de pan duro para comer, hecho que ya había ocurrido hace un mes atrás cuando le quitaron la tenencia a la madre, para dejarlos bajo la custodia de una tía que tampoco se encargó de cuidarlos.
Una denuncia telefónica alertó a las autoridades de la Comisaría 6ta de Florencio Varela y un patrullero se acercó a una humilde casilla de la calle 1126, entre 1133 y 1135, para constatar la denuncia.
Allí, el personal policial, bajo las órdenes del subcomisario Rubén Romero, hallaron a los cinco menores de edad en un completo estado de precariedad. Los hermanos se encontraban sin la presencia de un adulto desde hacía siete días, con apenas una bolsa de pan duro para alimentarse.
Los efectivos ingresaron a la propiedad y encontraron un total desorden en el interior de la casa, comida en mal estado sobre la mesa y ropa tirada por el suelo.
El panorama era similar al que se habían encontrado un mes atrás, cuando el Servicio Zonal intervino para quitarle la tenencia de los chicos a la madre, quien, según informaron fuentes judiciales a este medio, sufre un “desorden psiquiátrico” producto de sus “problemas de adicción” que la arrastraron al mundo delictivo.
“La madre tenía impedimento legal para acercarse a sus hijos, quienes habían quedado a cargo de una tía. Lamentablemente la situación se volvió a repetir, se desconoce el paradero de la mujer que debía cuidarlos y los chicos estaban solos y muertos de hambre”, detalló un funcionario judicial a Popular.
Luego de ser rescatados, los menores pudieron comer algo en la comisaría y los mismos vecinos les acercaron ropa para que pudieran cambiarse.
“Los vecinos del barrio se enteraron y junto con el Centro de Veterano de Malvinas les trajeron más ropa y alimento. También nos tomamos el trabajo de mandarlos al médico. Todo Allan colaboró”, enfatizó el subcomisario Rubén Romero.
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