ARGENTINA / MAR ARGENTINO
(U24) - El marino y perito naval, Fernando Morales, publicó en Infobae una nota denunciando que los barcos pesqueros legalmente habilitados para capturar peces en el mar argentino, devuelven el 40% de lo que recogen al agua.
El principal motivo es que la ley actual que regula la pesca los obliga a devolver todas las especies capturadas que no corresponden con lo que las empresas pesqueras dueñas de los buques ordenaron a sus tripulantes capturar.
"Los argentinos nos damos el lujo de tirar miles de toneladas de comida al mar, mientras que muchos compatriotas pasan hambre", dijo el secretario general de la Asociación Argentina de Capitanes Pilotos y Patrones de Pesca, Jorge Frías, a ese medio. Frías solicita modificar la legislación: "Es un verdadero delito de lesa humanidad", aseguró.
"Argentina tiene mar y parece que la mayoría de los argentinos no nos hemos enterado", dijo Guillermo Cañete de la Fundación Vida Silvestre en el documental Descarte Cero, producido por la Asociación de Capitanes de Pesca.
"(...). Tenemos una abundancia, una diversidad, un mar que genera servicios ecosistémicos de enorme valor. Y uno de ellos es la producción biológica de algunas poblaciones que se transforman en recursos de importancia económica para nuestro país y que soportan una industria pesquera que ha generado US$ 1.500 millones de exportaciones y va a los principales mercados del mundo."
"Es un recurso que le falta al pueblo argentino", dijo el senador nacional Pino Solanas en el mismo documental. "Dicen las estadísticas que tenemos 32% de pobres y tenemos desnutridos, hambrientos, en un país que es una fábrica de proteínas y que tira, descarta al mar 100 millones de toneladas de pescado todos los años. Es inadmisible."
ACTIVIDAD CENTRADA EN EL LANGOSTINO
"Entre 500 y 600 buques pesqueros se encuentran habilitados para pescar en distintas áreas fijadas por la autoridad pesquera nacional y lo hacen sobre distintas especies según los permisos que poseen", dijo Frías a Infobae, agregando que actualmente el grueso de la actividad se centra en el langostino, lo que genera conflictos y rispideces por la falta de políticas que ordenen la actividad.
"No existe un enfoque ecosistémico en el sector", dijo Frías.
"En 2018 se capturaron 220.000 toneladas solo de langostino, por un importe equivalente a 2.500 millones dólares, y a esto hay que agregar otras especies que totalizaron una captura en el año de 800.000 toneladas de las cuales el 40% se descarta sin que a nadie le importe."
"La pesca en Argentina se desarrolló como columna vertebral basada en la merluza común", explica Cañete. "Hay 2 recursos que son muy importantes también: el langostino y el calamar. Son especies con características particulares, de ciclo más corto y de gran importancia económica. El langostino en este momento está sosteniendo la economía de las empresas por una cuestión bastante compleja."
LA LEY VIGENTE
"Por un lado, la legislación pesquera vigente otorga a cada empresa permisos de pesca para operar en determinadas zonas y sobre determinadas especies. Así las cosas, si un buque salió al mar a pescar langostino y regresa con langostino y merluza en sus bodegas, la autoridad pesquera controla que esa especie agregada (la merluza en este caso) no exceda el 10% del volumen de la especie que se salió a pescar. Si se excede ese margen, el capitán es sancionado por pescar un recurso no autorizado", explicó Frías.
De esta manera, los propios marineros se ven obligados a arrojar al mar grandes volúmenes de pescado capturado en sus redes, para no exceder el margen que fija la ley.
LAS REDES INADECUADAS Y LA FALTA DE CONTROLES
Por otro lado, explica que estas capturas no deseadas sobre especies no buscadas suceden por la utilización de redes inadecuadas. Durante la actual gestión del subsecretario de Pesca, añade, se redujeron a su mínima expresión la presencia de inspectores de pesca a bordo de los busques durante las travesías.
LA FALTA DE INTERÉS DE LOS EMPRESARIOS
Un tercer factor es que el empresario que espera langostino, no desea recibir una especie de menor valor. "Cuando la red sube a bordo, los pescadores identifican cuál es su objetivo de pesca y todo lo que no sea su objetivo de pesca, que tiene valor económico en ese momento, se tira a pesar de que sean especies comestibles y con capacidad de mercado. Pero en ese momento no tienen valor para el pescador porque el empresario le pide determinada cosa", explica Cañete.
LA CONTROVERSIA
La controversia surgió hace un par de días cuando el subsecretario de Pesca de la Nación, Juan Bosch, arremetió contra los pescadores profesionales: los responsabilizó por la exagerada cantidad de pescado que es desperdiciado en cada marea, a lo que Frías respondió que "cuando un funcionario de jerarquía nacional pretende culpar a los trabajadores sobre temas tan delicados como este, resulta cuando menos llamativo. (...) El subsecretario miente, él sabe que con la legislación vigente nada puede hacerse para evitar este verdadero delirio que es arrojar comida al mar".
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